EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.- La ilusión por contar en Pumas con el multiganador brasileño Dani Alves cayó en un abismo. El funcionamiento del equipo se ha diluido jornada a jornada, y cada una se ha convertido en un calvario que amenaza con acabar en uno de los peores torneos de la institución.
Pumas ha recibido 21 goles en 11 partidos, los mismos goles que recibió en 17 juegos en el Torneo Clausura 2022; lo peor ha sucedido en los últimos cinco partidos, en los que el equipo ha sido goleado por América (3) y Santos (5), además de las derrotas ante Atlético de San Luis (3) y Chivas (3).
En cinco partidos, los Pumas han recibido 15 goles (sumando Tigres 1-1), los últimos tres cortesía de Chivas en el Estadio Akron, donde otra vez la defensa universitaria fue exhibida con errores que golpean la moral colectiva, por ejemplo el autogol del colombiano José Luis Caicedo, quien desvió un balón de tiro libre, a disparo de Alexis Vega.
Esto significa que a lo largo del torneo, los Pumas han recibido en promedio 1.9 goles por partido y, de seguir esta tendencia, al final del Torneo Apertura 2022 acumularían más de 30 goles.
Último torneo con 30 goles
La última vez que los Pumas recibieron 30 goles fue cuando los dirigía Juan Francisco Palencia en el Torneo Clausura 2017; acabaron como el equipo que más goles recibió en ese semestre y en último lugar de la clasificación de las defensivas, por primera vez en la historia del club.
En ese torneo los Pumas registraron cinco victorias y nueve derrotas, entre esos resultados estuvo una derrota con América en Ciudad Universitaria y otra ante Chivas en el Estadio Akron, para acabar en el sitio 15 de la tabla.
Peores torneos en defensiva
Desde que iniciaron los torneos cortos, los Pumas han terminado con 30 o más goles en contra en siete ocasiones. La peor de todas fue en el Apertura 2005, un certamen que marcó el adiós de Hugo Sánchez en el banquillo, tras la etapa dorada en la que se ganó el bicampeonato de Liga en el año 2004. ¡Qué época!
Las malas rachas del Apertura 2002 y del Clausura 2003 se miden de forma independiente, porque en esas campañas la Fase Regular se jugaba a 19 partidos (no 17, cómo actualmente).
Esos siete malos registros se dieron en los torneos Invierno 1997 (30 goles), Invierno 1999 (32), Apertura 2002 (35), Clausura 2003 (35), Apertura 2004 (31), Apertura 2005 (34) y Clausura 2017 (30). Todo apunta a que la presente campaña será anotada en el mismo renglón.
Las lesiones y modificaciones
En este Apertura 2022, Andrés Lillini ha sufrido para armar a su mejor equipo posible, por lo que buscar alternativas de funcionamiento colectivo ha sido una sufrimiento constante… sin que nada le funcione ahora al técnico argentino.
La más sensible de las bajas definitivamente fue la baja del defensa Arturo “Palermo” Ortiz en dos ocasiones; primero se lesionó en la pretemporada y se perdió los primeros juegos, después se lesionó de cara a la Jornada 9 y no ha estado en estos cuatro partidos desastrosos para los Pumas.
Lillini no le ha encontrado a Arturo el suplente ideal, ya que Ricardo Galindo está descartado como un consolidado y hasta se lesionó previo al duelo con Chivas; por ello José Luis Caicedo tomó su lugar, con el desafortunado resultado de haber contribuido en el primer gol del equipo de Ricardo Cadena el fin de semana.
Las laterales también han sido un dolor de cabeza para Lillini. En la lateral izquierda han participado Adrián Aldrete, el veterano Efraín Velarde y Jerónimo Rodríguez, pero ninguno logra adueñarse del puesto. En la banda derecha quien regularmente actúa es el canterano Pablo Bennevendo, pero también ha sido sustituido por Dani Alves y hasta por los mediocampistas Carlos Gutiérrez y Marco García.
Está claro que al técnico de los Pumas nada le ha funcionado, ni siquiera el inquebrantable respaldo del rector Enrique Graue y la directiva del Club Universidad Nacional, que se la jugarán con él hasta el final de la campaña, pase lo que pase.