De priistas y opositores

Opinión

Por Oscar Díaz Salazar

Hasta junio del 2016, año en que se logró la alternancia política en el gobierno de Tamaulipas, con el triunfo claro y contundente de Francisco García Cabeza de Vaca como candidato del PAN, hasta ese tiempo, la política en Tamaulipas la protagonizaban, por un lado el PRI -gobierno y por el otro, la oposición o las oposiciones.

Ese esquema que hoy puede parecer simplista, sirvió de modelo para entender la política en nuestra entidad, así eran las cosas, o estabas con el PRI o intentabas derrotar al PRI, desde la oposición.

Esa circunstancia, que se explica cómo la lucha entre el PRI – gobierno versus las oposiciones, tuvo plena vigencia hasta el 2016, y era el eje rector de la política local, y por eso afirmo que había, y aún persiste, más afinidad entre panistas, perredistas, petistas, de convergencia, hoy de Movimiento Ciudadano, que la cercanía de cualquiera de estos militantes con los priistas y sus comparsas del verde, del panal y otras rémoras de temporal.

El planteamiento político ideológico, que divide a los actores políticos y partidos, entre derecha, izquierda y centro, es de reciente aplicación en nuestro Estado y ha sido impulsado por los priistas, asimilados a morena, que trasladaron los términos del debate nacional, y en especial el de CDMX, para «naturalizar» la simbiosis PRI Morena, lavarse la cara, asumirse como los buenos, frente a los malos de la derecha y para esconder su pasado priista.

Esa estrategia de comunicación que los lleva a plantear la lucha política en nuestra entidad entre derechas e izquierdas, a omitir su pasado tricolor y ponerse como los buenos de la película, la han logrado implantar en la opinión publicada, y está por verse si lo mismo ocurre en la opinión pública.

Considero que seis años no son suficientes para que los tamaulipecos olviden el hartazgo de los gobiernos priistas. Puede ser que hoy estemos enfocados en los malestares mayúsculos que nos ocasionan los panistas, pero en la memoria de los tamaulipecos existe el recuerdo de las múltiples razones que nos llevaron, a una mayoría, a otorgarle la confianza y el voto al sujeto que hoy es un presunto delincuente y que es conocido como Francisco N.

Creo que los tamaulipecos (la mayoría) está deseosa de que se vayan los que hoy gobiernan, pero que esto no se vea, en el equipo que está por debutar, como una licencia para restaurar el viejo régimen.

¡Aguas con los priistas! Cuidado con pensar que son mejores que esos que nos prometieron que limpiarían a los priistas del gobierno, y no cumplieron, para desgracia de los tamaulipecos.

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