- Haitianos denuncian a abogados gringos
- Hasta 2000 dólares les cobran por trámite
- Intentaron impedir salida de un autobús
Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- En una auténtica olla de presión a punto de estallar se encuentra convertido el albergue Senda de Vida No. 1, donde este mediodía centenares de haitianos se amotinaron, primero intentando secuestrar un transporte escolar de extranjeros indocumentados que fueron requeridos en Estados Unidos para arreglar su problema migratorio, y después al no lograr esto pretendían entrar a la fuerza.
La presencia de 10 patrullas de la Policía Estatal en apoyo de agentes ministeriales aminoró lo caldeados ánimos, pero debido a los airados reclamos de los haitianos, fue necesario que varias de las unidades se quedaran a vigilar a las afueras del albergue instalado en las laderas del Rio Bravo de aquel lado del bordo de contención, al norte de la colonia Ramos.
ABOGADOS TRAMPOLINES
Los haitianos señalaron que no querían entrar al lugar, sino establecer un diálogo con el pastor Héctor Silva, encargado del albergue para que les informe de su situación, ya que muchos de ellos han pagado entre 1,500 y 2,000 dólares a abogados estadounidenses para que les hagan su trámite migratorio y no han tenido respuesta, aunque ha han pasado hasta un año de espera.
Visiblemente alterados por la espera y el desdén con el que los mira el pastor Silva, indicaron que saben que él no es el responsable de su situación porque fueron ellos quienes hicieron su contacto solos con los abogados, pero él debería darles un informe sobre los criterios que se utilizan para la selección dentro del programa de visas voluntarias.
MANTENDRÁN CUSTODIA
Elementos de la policía estatal fuertemente armados se mantienen en custodia de las instalaciones ante la amenaza de entrar por la fuerza en las próximas horas si para entonces no se les brinda la información que requieren.
Varios de ellos abordados por periodistas indicaron que prefieren estar fuera del albergue toda vez que adentro ya existe hacinación y viven bajo muy incomodas condiciones.
PREFIEREN LIBERTAD
Estar fuera del albergue viviendo en vecindarios en las proximidades les permite emplearse como trabajadores y tener la libertad de trasladarse a una y otro punto de la ciudad sin padecer encierro, que multiplica su tedio y su depresión.
Se calcula que, viviendo en albergues, maltrechas casas de renta y diversos sitios como quicios de iglesias, edificios abandonados y demás existen en Reynosa alrededor de 10 mil extranjeros indocumentados, la mayor parte de estos de Haití, El Salvador, Guatemala, Honduras, Venezuela y Cuba, sin contar con otros cientos de mexicanos.