EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Michoacán, México.- El estado de Michoacán se ha convertido en sede de un “enjambre sísmico”, es decir, un conjunto de temblores pequeños en un sitio específico, incluso algunos de ellos imperceptibles para las personas y que se han desarrollado en un corto periodo de tiempo, compartiendo el mismo epicentro.
Vale referir que el enjambre sísmico puede durar días, semanas o hasta meses, siendo este fenómeno relacionado con la erupción de volcanes, lo que ha generado alarma entre académicos.
De acuerdo con información de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre el 1 de mayo y el 8 de junio de este mismo 2022 se registraron 242 microsismos en la región que comprende a Uruapan y el corredor volcánico Michoacán-Guanajuato.
Por su parte, Carlos Valdés González, investigador del Instituto de Geofísica y actual Director del Centro de Estudios Mexicanos (CEM) UNAM-Costa Rica, dijo que “la principal pregunta que nos surge es la posible actividad volcánica, porque México es un país volcánicamente activo, especialmente en esa región, donde hay más de mil 200 volcanes pequeños en el llamado campo de volcanes de Michoacán-Guanajuato”.
Cabe señalar que los enjambres sísmicos son uno de los precursores del nacimiento de un nuevo volcán, donde se tiene el antecedente reciente de 1943, con el coloso Paricutín, que antecedió una serie de sismos.
Por tal motivo, se sigue realizando una vigilancia constante del fenómeno, que se desconoce hasta cuándo pueda durar.
Finalmente, el experto dijo que “estos enjambres suponemos que están asociados al movimiento de magma, pero no siempre llegan a la superficie. Estos enjambres aparecieron en 1997, 1999 y 2006, y no llegó el magma a la superficie. Tal vez pasa lo mismo ahora, por lo que es muy importante seguir vigilándolos”.