EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.- El mexicano Javier Aguirre, entrenador del Mallorca, afirmó que su equipo «intentará» plantarle cara al FC Barcelona, próximo rival en LaLiga, aunque admitió que será «difícil meterle mano» en Son Moix al conjunto blaugrana que dirige su homólogo Xavi Hernández.
El club balear ha sumado en su estadio 4 de 9 puntos en juego tras la victoria ante el Almería (1-0), la derrota frente al Betis (1-2) y el empate con el Girona (1-1). Todos los goles encajados por el meta serbio Predrag Rajkovic en Palma han sido de penalti.
“Creo que podemos estar tranquilos y con la cabeza alta, damos lo que tenemos. No nos guardamos nada”, dijo Aguirre, satisfecho con los 8 puntos sumados en las primera seis jornadas y que han situado a los bermellones en el puesto décimo de la tabla.
«Creo que estamos dónde deberíamos estar. El equipo defiende mejor de lo que ataca y estamos concentrados en eso, en mejorar el tema hacia adelante, organizativo, combinativo», aseguró en declaraciones distribuidas por el club balear.
Aguirre ha destacado el juego defensivo de su equipo y se mostró partidario de «buscar soluciones a los problemas que se nos presentan, sobre todo en casa».
«Buscamos mejor juego, más volumen, más fluido, en eso estamos. Defensivamente, creo que somos un equipo que defiende bien. Lo tenemos muy claro. Somos solidarios. Con pelota es dónde estamos todos extrañando un mejor juego», precisó.
Aguirre llegó al Mallorca el pasado marzo con la misión de evitar el descenso. Lo logró y su balance es positivo: «Desde que estamos aquí han sido quince partidos: hemos ganado seis, hemos perdido seis, y hemos empatado tres. Más equilibrio que ese, no conozco. Entonces para nosotros es mucho», valoró.
El entrenador mallorquinista también se refirió al objetivo número uno de esta temporada: asegurar la permanencia por tercer año consecutivo.
«Para nosotros estar en Primera División es algo muy bueno y la gente lo valora. La afición está contenta. Nosotros estamos contentos. Si somos capaces de mantener la categoría y si encima nos autoexigimos jugar con la pelota mejor, sería fantástico».
Y añadió: «Creo que, como yo le digo a mis jugadores, lo último que nos puede reclamar la gente es que no nos entreguemos en el terreno de juego. Eso mientras yo esté aquí va a suceder. Vamos a pelear hasta el final, que nos cueste sangre, sudor y lágrimas, defender esta camiseta y que la gente se vaya orgullosa a casa de lo que ve y si está en Primera, mejor».