La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

Opinión

La urgencia del IETAM, por cambiar de piel

¿De dónde diablos sacaría tanto valor el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), para citarme -a mí, que soy un ciudadano común- con tanta enjundia para proporcionarle información sobre un evento político-electoral de la pasada campaña de gobernador?
Mi sorpresa es mayúscula.
Yo ni autoridad, ni testigo, ni contador del PAN, ni asesor de su ex candidato, el Truco Verástegui.
Me dejaron atónito.
Sobre todo, porque en seis años de gobierno panista, jamás levantaron la voz para castigar a tanta y tanta violación de topes de campaña de decenas de candidatos panistas.
Dirán: ¿quiénes?
Daré dos nombres, nomás para abrir boca: Pilar Gómez y Arturo Soto. (Para no ir tan lejos y poner un ejemplo cercano a la autoridad electoral que hoy me convoca a ser auxiliar de un trabajo que la ciudadanía del gobierno les confirió; y, sobre todo: les proporciona dinero para hacerlo).
En el citatorio, formado por un sujeto de nombre Juan de Dios Álvarez Ortiz, que es el Secretario Ejecutivo del IETAM, sentencia:
“…se le requiere para que en un plazo de dos (2) días, contados a partir del día siguiente de haber sido notificado, informe a esta autoridad electoral, si recibió alguna invitación por parte del C. César Augusto Verástegui Ostos o diversa persona, para acudir a un evento llevado a cabo en fecha siete de enero del año en curso, en caso afirmativo indique el motivo de la celebración y el lugar donde se realizó, asimismo si en dicho evento se realizó la entrega de bienes y/o servicios y bajo qué modalidad”.
El funcionario electoral, sin pudor y sin vergüenza -como supongo lo es- exige que me ponga a trabajar para la dependencia en la cual es segundón:
“La constancia del informe respectivo deberá remitirlas a la Dirección Ejecutiva de Asuntos Jurídico-Electorales”.
Aclararé el asunto, para que éste escrito, sea usado como a derecho convenga al IETAM y al individuo que signa el oficio, recibido en mi domicilio ayer miércoles por la tarde:
1.- Fui Consejero Electoral por seis años. Es decir: trabajé, para el IETAM. Ya no laboro en esa institución.
2.- Esa experiencia en el órgano electoral que ustedes hoy representan, me dice que poseen instrumentos y herramientas para vigilar los topes de campañas de partidos y candidatos. Y no sólo ustedes: el INE, es también fuente de información en el uso de recursos públicos en las contiendas electorales.
¿No les es suficiente, la estructura de vigilantes y escrutadores financieros que poseen el IETAM y el INE para sancionar a los actores electorales pasados de lanza?
¿Por qué en lugar de ponerlos a talachar -creo que son centenares- a ellos, quieren ponerme a mí a trabajar?
Y lo más depravado: de gorra.
3.- Me niego y me negaré siempre, a atestiguar contra una persona o institución que utilizó como fuente informativa. Probablemente, lo haría si fuera para exhibir su inocencia; no para mostrar su culpabilidad. (Sé que esto es discutible; pero es la piel ética de mi ejercicio en los medios).
4-. El oficio, tiene un refinado tufo de acoso. Eso, me repugna. Pondré una denuncia de hechos ante las diferentes Comisiones de Derechos Humanos que operan en el país y en Tamaulipas.
5.- El escrito trasuda, lambisconería. Pareciera, que el IETAM -Consejeros y demás achichincles- se hinca para quedar bien con el gobernador, Américo Villarreal Anaya. No lo digo de oídas: seis años atrás, fueron más que obsequiosos con Francisco García Cabeza de Vaca.
Por último:
Esas conductas, sólo evidencian lo podrido de la autoridad electoral tamaulipeca.
¿Ahora se entiende, por qué el presidente, Andrés Manuel López Obrador, quiere barrer con ese tipo de basura con la Reforma electoral que viene?

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