La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

Opinión

2023, año negro para el PAN de Tamaulipas

El desquiciamiento de los tiempos electorales de Tamaulipas, por el fallecimiento del senador de MORENA, Faustino López, parcialmente adelanta el 2024 en la región. Antes de empezar a manejar los posibles candidatos -aunque pareciera de mal gusto: los calendarios electorales, van más allá de la vida o de la muerte de los actores políticos; e igual: los tiempos de la república, son insoslayables-, es prudente recordar varios resultados en este año: la revocación de mandato y la que ganó el lopezobradorismo y su candidato, Américo Villarreal Anaya.

Es decir: en dos ejercicios con mediciones electorales, el partido guindo obtuvo: 800 mil votos en la Revocación de Mandato y más de 730 mil en los comicios por la gubernatura.

Se dice fácil: movilizar un millón 230 mil electores a favor, en menos de un año, es una gesta ciudadana sin igual en la historia tamaulipeca.

¿Qué organización social, es capaz de igualar tal hazaña?

No se vislumbra un solo actor, que pueda siquiera acercarse a esos resultados.

¿El PAN?

Está hecho añicos; dividido, por las gigantescas pifias de sus dirigentes en seis años de gobierno de rencores, de saqueos y de ineficiencias. Su ilegítimo dirigente, el Cachorro Cantú, es un guiñapo insepulto; sus alcaldes, fueron arrastrados a posturas de infructuoso choque y sus diputados, fueron obligados a desnudarse para exhibir su inmoralidad y escaso compromiso social.

¿El PRI y el PRD?

Ni en sueños. Son la morralla de la morralla.

¿El MC?

No se ve tan mal; pero le falta potencia como para desplazar en estas elecciones adelantadas al PAN; y menos a MORENA. (El 2024, podría ser su tiempo).

En concreto: no se visualiza en el horizonte, quién pueda derrotar al candidato guindo en la elección solitaria del 2023.

La caballada tamaulipeca de MORENA, está más robusta que nunca.

Ahora, si se quiere ganar sobradamente, para dejar sin aliento a la ola azul, y vivir un 2024, aterciopelado, el alcalde de Matamoros, Mario López, sería una de las personas indicadas.

Sus atributos, ya se saben:

1.- Tiene un capital social en movimiento, que representa más de 100 mil votos.
2.- Su reelección, sin turbulencias, le mostró el perfil que posee: conciliador, tolerante, cohesionador de militancias y un aparato electoral sin par en el estado.
3.- Mostró su lealtad a la IV T y al hoy gobernador Américo Villarreal Anaya, en la intensa campaña que concluyó.
4.- Incorporaría equidad geográfica a las expresiones de autoridad en la red de poder tamaulipeca.
5.- Su capacidad en las disciplinas de la administración pública, sería de gran utilidad para la gestión de recursos para la entidad.
6.- Su presencia, el electorado matamorense, el vigor de MORENA y su inercia triunfal -apuntaría a la tercera victoria electoral el morenismo-, pondría al PAN contra las cuerdas y debilitado para enfrentar un 2024 infernal.

¿No hay más posibles?

Los hay.

(Recordemos: por los oficios de la equidad de género, quedó una curul vacía de hombre; por tanto, deberá ser cubierta por un varón).

Héctor Garza González, Rodolfo González Valderrama, Lalo Gattás y Adrián Oseguera, más los que se sumen en las próximas horas.

Todos ganan.

La Borrega, aplastaría.

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