Por Oscar Díaz Salazar
En una plática con un personaje de morena, protagonista de primer nivel en la política del Estado, desde antes del triunfo de su partido, pero con más presencia a partir del 2018, me decía que buscaría la oportunidad de participar en la elección del 2024, y que estaba convencido de que en esa elección, los candidatos serían los de mayor rendimiento electoral, los que mayor presencia tendrían en el ánimo popular, los más conocidos y apreciados por la sociedad.
Agregaba este «cuadro» de morena, que siendo la del 2024 una elección legislativa, concurrente o simultánea con la presidencial, en la que estaría en juego la continuidad de las políticas y programas sociales del partido y del presidente López Obrador, no tendrían cabida los candidatos a diputado o senador, que su única gracia fuera contar con un padrino poderoso; que no habría espacio para los improvisados, los caprichos del señor, los parientes incómodos o los que tienen talentos, pero muy ocultos.
La receta para definir los candidatos del 2024, se puede, -y se debe-, ensayar, en la elección extraordinaria para cubrir la vacante de la fórmula masculina de senadores por el principio de mayoría relativa, que está acéfala en nuestro Estado, en razón del lamentable deceso del senador suplente en funciones, Faustino López, que cubría la ausencia del senador con licencia y gobernador constitucional Américo Villarreal Anaya.
Con ese criterio del rendimiento electoral, la candidatura a senador debe confiarse al personaje que ganó en la elección del 2018, refrendó su triunfo en el 2021 y aportó (su municipio) el mayor caudal de votos en la elección de gobernador de 2022, me refiero al presidente municipal de Matamoros, maestro Mario López.
Opino que el alcalde matamorense apodado «La Borrega», es el candidato idóneo para contender con las siglas de Morena, -y posibles coaligados-, en la elección extraordinaria que, de acuerdo a lo que señala la ley, deberá llevarse a cabo a principios del próximo año.
La Borrega tiene experiencia política y administrativa, ha demostrado lealtad al movimiento, cuenta con la confianza de sus electores, tiene preparación académica y una visión y un proyecto de desarrollo integral para el Estado, y esto último no es una frase rimbombante de mi parte, lo digo porque tuve la oportunidad de escuchar sus ideas en relación a Tamaulipas, y me consta que tiene un diagnóstico, ideas claras, cifras precisas y proyectos y programas a la medida de las necesidades de los tamaulipecos.
Mario López es garantía de triunfo, pues además de tener el respaldo masivo de los matamorenses, su franqueza y su estilo personal de hacer política, le han permitido tejer alianzas en todo el territorio tamaulipeco, sin confrontarse ni cultivar enemigos.