Por Gil Vicente Galindo/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- A pesar de estrictas restricciones emanadas de la Secretaría de Salud de proteger a la niñez, este 30 de abril día del niño y de la niña, que deben de estar bajo resguardo de sus padres, vimos a una pequeña de unos diez años limpiando vidrios de vehículos en la intersección del boulevard Hidalgo con la calle Herón Ramírez, mejor conocida como calle Charco”.
Ahí estaban varios adultos, entre ellos una mujer, pero no se sabe quién la “traía” laborando en lugar de festejar en casa o al menos estar segura bajo techo en lugar de estar expuesta tanto a los peligros de los carros, como de ser contagiada de coronavirus.
Es duro para las familias tener que “salir” a las calles en busca del sustento diario pero la autoridad indica que, si no es esencial, se tiene que quedar en casa, la pregunta es, comer no es esencial, si verdad y para comer hay que ganarse el pan de cada día.
Niños y niñas como en este caso que vimos a una de ellas ganándose el sustento seguro para ayudar a sus padres con los gastos de la casa y darle de comer a sus hermanitos.
Ojalá y grupos de derechos humanos se avocaran a buscar la manera de ayudar a familias de escasos recursos económicos para evitar en lo posible que menores de edad, estén en la calle ganándose la vida, cuando sus derechos es obtener, techo, comida, educación, vestido y salud.
