Salud política y económica para los Ayuntamientos
¿La Ley Andrés Manuel –Reforma electoral de este 2022– cambiará la vida de los Ayuntamientos de Tamaulipas?
Diametralmente.
Golpeará a los Cabildos en donde existe sobrerrepresentación y dará oxígeno a las finanzas municipales, al tiempo de iniciar la desarticulación de un micro-régimen político, basado en mucho en las componendas, el compadrazgo, el nepotismo y el amiguismo.
Ejemplos, hay muchos.
Uno de ellos, es la capital del estado. Por estar ubicado en los municipios entre 60 mil y 370 mil habitantes, con la reforma en marcha, tendría derecho únicamente a tres regidores.
Asombrémonos: tiene 21 ediles, sin contar a los síndicos y el alcalde.
La aritmética es insensible: operan con un súper exceso, de 18 miembros.
¿Quién aprobó semejante barbaridad?
Y más:
¿Quién avaló ese hecho que la luz de la realidad, ofende a los ciudadanos?
El asunto no es financiero.
Nada de eso.
Lo medular, es el trabajo que desempeñan, sin ningún vínculo con las necesidades ciudadanas.
La Ley Andrés Manuel, propone acabar con la burocracia excesiva que consume grandes partes del erario que pudiera servir para resolver asuntos tan sensibles como el bacheo y el mejoramiento de las redes de agua y drenaje.
Otro cuerpo edilicio que se mueve con grandes lastres en su organismo, es Altamira. Es una pujante ciudad; posee un crecimiento económico relevante; va ensanchando su equipamiento urbano; tiene un gigantesco presupuesto…
…pero no es para tanto: tiene ¡21 regidores!
Es decir: similar número a los que se mueven en los cabildos de Nuevo Laredo y Matamoros
Y lo peor: ni uno se nota, por su participación en las reuniones de Cabildo.
Tiene múltiples comisiones –cultura, de obras públicas, de jardines, de educación, de turismo, etc.– sin que al momento se conozca una sola de sus aportaciones para el mejoramiento de la ciudad.
En este caso, la podadora de AMLO, haría polvo –al igual que en la capital– a 18 regidores.
¿Hay algún insensato, que se oponga a la Ley Andrés Manuel?
Más que suficientes, en el contexto demográfico actual, serían la tercia que propone la Reforma electoral lopezobradorista.
Ciudad Mante, hoy cuenta con un Cabildo de 18 elementos.
Muchos, para un pueblo tan pequeño; tiene mayor representación que Madero, el cual posee un cuerpo edilicio de 14 regidores.
El lopezobradorismo, no sólo va por el ahorro de los fondos públicos –que no sería menor–; va al mismo tiempo, por el saneamiento del sistema político de los municipios. Todo los sabemos: las regidurías y las sindicaturas, la mayoría –hay honrosas excepciones– de las veces son vendidas al mejor postor para el fortalecimiento de los fondos de las campañas por las presidencias municipales.
Esa pervertida relación, pone ataduras a los ediles: compran para ganar; no para servir.
En esa posibilidad real, harían menos daño, tres regidores que 21.
Así de fácil.
Para no hacer el cuento largo, la Ley AM, de 188 regidores que hay en los Cabildos de las principales ciudades del estado -Nuevo Laredo, Reynosa, Rio Bravo, Matamoros, San Fernando, Victoria, Mante, Altamira, Madero y Tampico- bajaría a 35.
Nada mal: nos ahorraríamos el pago de 153 ediles.
Más los que serían rasurados, del resto de los Ayuntamientos.
¿Les creemos a los derechairos, que lloran porque AMLO nos lleva a la dictadura con su propuesta de Reforma electoral?