Europa, con Italia a la cabeza, siguió este lunes levantando parte de las restricciones que impuso a cientos de millones de habitantes para frenar la propagación del coronavirus, pero otras regiones como América Latina sufren de lleno el embate de la pandemia.
Con la idea de recaudar fondos para financiar una vacuna y tratamientos, la Unión Europea organizó el lunes en Bruselas una conferencia mundial de donantes, con el apoyo de los principales dirigentes europeos, pero sin el de Washington.
La organizadora de esta campaña en línea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, espera recabar 7 mil 500 millones de euros.
Por su parte, Donald Trump, inmerso en la campaña electoral, quiso aportar una nota de optimismo y declaró que la pandemia podría estar cerca de tocar su fin.
«Creemos que tendremos una vacuna antes de fin de año», dijo Donald Trump en un especial de la cadena Fox News en el Lincoln Memorial, en Washington. «Los médicos van a decir: ‘no debería decir eso’. Digo lo que pienso», agregó Trump.
«Estaría feliz si fuera posible lograr [una vacuna] en unos meses pero creo que necesitamos mantenernos realistas, esto puede durar años», dijo al respecto el ministro alemán de Salud, Jens Sapahn, mostrándose mucho más prudente.
Hay alrededor de un centenar de proyectos de vacunas contra la Covid-19 en todo el mundo, incluida una decena en fase de ensayo clínico, según datos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
«La emergencia no ha terminado»
Extremando las precauciones, una quincena de países europeos comenzaron el lunes a aliviar las medidas de confinamiento, impuestas desde hacía semanas.
Empezando por Italia, el país más castigado del continente, con casi 29 mil muertos, cuyos habitantes pueden salir, según un programa de desconfinamiento que varía según la región.
En Roma, Stefano Milano, de 40 años, no escondió su «alegría» por haber recobrado al libertad, pero también reconoció el «miedo» que tiene a que una segunda ola afecte a sus padres, ancianos.
«La emergencia no ha terminado», recalcó la ministra de Interior, Luciana Lamorgese.
La pandemia ha causado más de 247 mil 500 fallecidos en todo el mundo desde que apareció en China en diciembre, 144 mil de los cuales, en Europa.
De Portugal a Serbia, muchos otros países empezaron a aliviar este lunes el confinamiento. En Austria, pionera en la materia, los alumnos de último grado de secundaria volvieron a las aulas, como también lo hicieron los de algunos Estados de Alemania.
En España (más de 25 mil 200 muertos), los ciudadanos empezaron a descubrir el sábado la felicidad de volver a la calle.
Después de casi dos meses encerrada, Conchi Navarro, una peluquera de 56 años, abrió este lunes sus puertas y atendía a clientes deseosos de arreglarse sus alborotadas melenas.
«Normalidad, normalidad, no hay. Trabajamos con nervios por mantener estrictamente el protocolo, cumplir las medidas de protección… Pero es importante enseñar que lo hacemos bien para que el cliente no tenga miedo y venga a cortarse el pelo», comentó la peluquera.
Eduardo Esquibel, un técnico de radiografías de Madrid, tomó el metro este lunes para ir a trabajar, pues estaba «de guardia».
«La situación la veo un poquito mejor pero la gente no tiene consciencia de nada», lamentó, expresando su temor a «que todo esto no haya servido para nada, que la gente no tenga consciencia de lo que ha ocurrido».
En Europa del Este, las terrazas de las cafeterías y restaurantes reabrieron en Eslovenia y Hungría, excepto en la capital, Budapest. En Polonia, también pudieron abrir de nuevo los hoteles, centros comerciales, bibliotecas y algunos museos.
En otros países europeos, el desconfinamiento todavía tendrá que esperar.
En Francia, que roza los 24 mil 900 muertos, el aligeramiento del confinamiento empezará el 11 de mayo, pero por regiones, mientras que el primer ministro británico, Boris Johnson, prevé anunciar un plan de desconfinamiento el próximo domingo para Reino Unido (más de 28 mil fallecidos).
Fuera de Europa, Nigeria, Túnez o Líbano también levantaron este lunes algunas restricciones. «Acabamos de pasar un mes de hambre y pena. Ahora puedo volver a ganar a dinero y alimentar a mi familia», declaró Ganiyu Ayinila, un conductor de minibús de Lagos.
En India, la reapertura de tiendas de alcohol se tradujo en estampidas, pese a las consignas de distanciamiento social.
Decesos en pleno auge
En otras regiones la pandemia está en pleno auge, como Rusia (mil 280 fallecidos) o América Latina, donde ya se superaron los 250 mil casos y el balance se acerca a 15 mil muertos, en particular en Brasil, Ecuador y Perú, que concentran el 86% de fallecidos y 77% de contagiados.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, reiteró ante miles de seguidores en Brasilia su discurso contra el confinamiento, en momentos en que el número de casos de coronavirus supera los 100 mil y hay más de 7 mil muertos.
El gigante sudamericano ocupa el noveno lugar mundial en términos de personas infectadas.
En Ecuador más de un centenar de municipios, incluidos Quito y Guayaquil, extenderán el confinamiento ordenado hace siete semanas.
En Estados Unidos (casi 70 mil muertos), pese a los balances diarios trágicos, más de 35 de los 50 estados aligeran las medidas de restricción para relanzar la economía.
Por su parte, el secretario de Estado estadunidense, Mike Pompeo, aseguró el domingo que tenía «pruebas» de que el nuevo coronavirus procedía de un laboratorio de la ciudad de Wuhan, donde surgió la pandemia. Unas declaraciones que la televisión china calificó de «alocadas».