En la Victoria de hoy, hasta el Mache ganaría
Uno de los controles y achicamientos más macizos del PAN en Tamaulipas, es el realizado por el alcalde de ciudad Victoria –morenista–, Lalo Gattás. No les ha dejado espacio para su expresión ni en el Cabildo –los azules cuentan con varios regidores, nada maneados–, ni en territorio.
La tersura de las discusiones al interior del cuerpo edilicio, pasa por el manejo respetuoso del Secretario del Ayuntamiento, Roberto Huerta Ramos y de los ediles de MORENA y el PT que han hecho un sereno muro de contención a las propuestas del panismo.
¿Qué factores generaron ese fenómeno de virtual desaparición del PAN en la capital?
A saber –los más relevantes–:
1.- La victimización de Gattás. La persecución del alcalde, por parte de la Fiscalía, lejos de erosionar sus consensos, los galvanizó. Se creó una atmósfera anti-panista en la sociedad victorense. La forma en que enfrentó ese desafío, le permitió permanecer en el ánimo de su comunidad. No huyó, como algunos ediles que abandonaron sus plazas y se fueron a EU y desde sus confortables y lujosas residencias, vieron el enfrentamiento entre MORENA y la administración cabecista.
2.- El hostigamiento a algunos cuadros del Ayuntamiento durante la campaña por el control político del municipio. El caso más visible fue el del Secretario del cuerpo edilicio, Hugo Reséndez quien hasta hoy permanece en calidad de perseguido por el Fiscal, Irving Barrios. El hecho fue visto como la manifestación más evidente del odio del entonces gobernador en contra de los victorenses.
3.- El nulo liderazgo del Cachorro Cantú. El reyosense, se ha dedicado a ser el vocero del ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca en lugar de construir un partido de oposición serio a la IV T. Tiene, en el más completo de los olvidos los Comités Municipales; son éstos, unos fantasmas en los municipios. Las sedes de esos organismos, lucen abandonadas y sin la algarabía de otros tiempos.
4.- El panismo tradicional victorense, fue liquidado por los bárbaros del norte. Cabeza de Vaca, no dejó uno y ni una, para compadre, o para comadre. Abrió la puerta, a cuadros que le garantizaron la entrega de jugosas alcabalas: los más débiles políticamente y sus familiares.
5.- El arribo de Américo Villarreal Anaya, a la gubernatura. Se hizo presente, la vocación de Victoria, como ciudad burocrática. Las manos amigas de la administración estatal –Gobernador, alcalde y Rector–, es el combustible que orienta la economía regional. Eso, atempera los roces entre los diferentes actores sociales y la autoridad.
6.- La oposición panista y priista, sólo se pone en movimiento en campañas electorales. Lo vimos, en la marcha local contra la Reforma Electoral de AMLO. Apenas un centenar de contrarios a la IV T, dieron la cara en defensa del pútrido INE. Y vaya, que en la región, se asumen como simpatizantes del albiazul más de 50 mil tamaulipecos.
7.- La crisis financiera del PAN y del PRI, que sin un gobernador que los aceite, son actores de bajo perfil sin el recurso a pasto que les llegó durante los últimos seis años.
8.- La paulatina pérdida de consensos del PAN en el Congreso local. Ello bajó la tensión para el alcalde Gattás; tanto, que su fondo de capitalidad está en vías de autorizarse.
¿Y eso, vale recordarlo?
Sí.
Es prudente, rememorarlo.
De ellos se desprende, que para MORENA y su candidato a Senador, en Victoria y comunidades satélites, la elección extraordinaria para votar al Senador, será un día de campo.
Pegándole al contra-factual:
Hasta el Mache –el famoso comerciante d medios más famoso, de la ex ciudad limpia, la ex ciudad amable– si viviera, y fuera candidato de MORENA al Senado, arrasaría en la capital.