Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Desde que inició el ciclo escolar 2022-2023, han sido más de cuarenta escuelas de los niveles preescolar, primaria, secundaria y preparatoria que han sido visitadas por la Coordinación de Cultura del Agua, dependiente de la Gerencia General de la COMAPA Reynosa, para difundir diversas acciones para el correcto uso y cuidado del vital elemento.
El licenciado Federico Pérez Lozano, titular de esta área, externó que se está sembrando la semilla para que las nuevas generaciones asuman un papel responsable en el uso del recurso.
“A las escuelas desde jardines de niños hasta nivel medio superior, hemos asistido con pláticas, cursos y ejercicios prácticos, integrando al final los comités de Guardianes del Agua que también se han extendido en las colonias populares donde también hemos tenido una grata respuesta de la comunidad”, explico el funcionario.
A través de esta coordinación se reciben quejas y denuncias sobre gente que gusta de desperdiciar el agua potable lavando sus vehículos con mangueras, hasta fugas en tuberías y redes, logrando economizar ya cientos de litros del vital líquido que se estaban yendo a los resumideros.
“Hoy todos tenemos un uso más razonado para solamente utilizar hasta dos cubetas en el lavado de un vehículo”, señaló Pérez Lozano.
Este martes la coordinación de Cultura del Agua estuvo en el Instituto Tamaulipeco de Capacitación para el Empleo de la colonia Las Cumbres, donde más de 200 alumnos se incorporaron a la logística tras escuchar pláticas, exposiciones y testimonios sobre este ejercicio humanista de cuidar el agua en nombre de las generaciones presentes y futuras.
Otras instituciones del nivel medio superior que se han visitado en semanas y meses anteriores son el CBTIS 7, CET 131, Tec Milenio, además de 25 escuelas primarias y más de 10 kinders.
En las escuelas se instruye a los niños a conocer cómo funciona un servicio sanitario, ahí logran identificar “el sapito”, accesorio del depósito del agua, que, al encontrarse roto, propicia una descomunal y persistente fuga de agua; se les enseña a quitarlo y reponerlo por uno nuevo para evitar que el agua se siga desperdiciando.
“Kiko” Pérez, reconoció que se trata de una tarea titánica, que sin embargo a la larga crea una cultura que servirá para la optimización del recurso.