Por Oscar Díaz Salazar
En más de una ocasión se debe haber cuestionado, el neolaredense Carlos CantúRosas, si fue buena la decisión que tomó, seis años atrás, de romper relaciones con el entonces gobernador Cabeza de Vaca, y de rechazar la invitación a integrarse a su gabinete como titular de la Secretaría del Trabajo.
Declinar la invitación a trabajar en el gobierno panista, en el gobierno emanado de su partido, el partido por el que buscó, unos meses antes de la ruptura con el gobernador, la candidatura que consiguió el mismo que de compañero de partido se convirtió en su verdugo y persecutor político, ese rechazo fue el punto de quiebre de las relaciones entre Cabeza de Vaca y Cantú Rosas y el suceso que señala el declive de carrera política de Carlos Cantú Rosas.
Desoyendo a quienes señalan atinadamente que el hubiera no existe, me aventuro a suponer que Cantú Rosas hubiera tenido seis años con buena chamba, -de Secretario-, y seguramente le hubieran permitido ser candidato (ganador) a cargos de elección popular. Hubiera ligado seis años en el primer nivel de la política estatal y me atrevo a decir que hubiera trascendido a los vientos de cambio, como ocurrió con el presidente de Tampico.
Pero eso, que quedó en el pasado y que no fue, me da la oportunidad para decirles que con este gobierno de la cuatro te, no le ha ido mejor a Cantú Rosas, por lo menos en el arranque.
En las últimas semanas (dos), el ex alcalde neolaredense ha publicado fotografías y textos breves, en los que hace saber que no tiene problemas con la ley y que puede transitar por las calles de Nuevo Laredo y de la capital del Estado y de la República.
La versión por la que no fue integrado al gabinete de Américo Villarreal, a quien de manera simbólica y a larga distancia le coordinó la campaña por la gubernatura, es que su situación legal no estaba en regla, esto es que tiene problemas con la justicia. Problemas que pueden ser fabricados, producto de una persecución y a todas luces una injusticia, pero problemas al fin, que aún no ha solventado.
Previo al inicio del gobierno de Américo Villarreal, se mencionó que Cantú Rosas sería el secretario de Gobierno, y un mes antes del primero de octubre se oficializó que el cargo lo ocuparía el alcalde de Rio Bravo, Héctor Villegas. Posteriormente se dijo que sería el jefe de la Oficina del gobernador, y el espacio lo ocupó en individuo importado de CDMX.
Recientemente se mencionó que Cantú Rosas sería candidato a la senaduria que quedó vacante por el deceso del suplente en funciones.
Si el doctor Américo Villarreal tuviera planes para Cantú Rosas, le hubiera reservado un espacio, permitiendo que uno de sus representantes ocupará el cargo mientras él aún panista Cantú Rosas arregla su situación legal, así como lo hizo con los Carmona, a quienes les entregó los lugares para que ellos colocarán a su gente, y de la misma forma como le permitió a su hijo nombrar a los secretarios de Bienestar y Desarrollo Urbano, que en este caso serán «monigotas» por todo el sexenio, pues de acuerdo a la ley, el joven Villarreal Santiago no podrá ingresar el gobierno que encabeza Villarreal Anaya.
Por lo que se ve hasta este momento, a Carlos Cantú Rosas le irá «más pior» (lo que significa mucho más que peor) con Américo Villarreal, que el trato que un día le ofreció Cabeza de Vaca.
Todo hace indicar que Carlos Cantú Rosas seguirá siendo cónsul plenipotenciario de las fuerzas avanzadas y moreno priistas en el Condado de Webb.
