Lideresas
Hoy voy a hacer una apología de las aguerridas lideresas de antes. Aquellas que se partían la mandarina en gajos para que los políticos y gobernantes llevaran beneficios a las colonias populares.
Y dentro de esas grandes mujeres y hombres que ayudaron a formar al Reynosa actual, resalto el nombre de doña Margarita Tavizón de Cepeda, ya fallecida.
Batalladora como ella sola, logró ser Diputada Local por el PRI, y posteriormente, Delegada del SIPOBLADUR, que después se convirtió en Itavu.
Doña Mague ayudó a poblar las colonias Unidos Podemos y Tamaulipas, entre otras.
Eran los tiempos de un acelerado crecimiento poblacional, donde se invadían predios pertenecientes a ejidos o a particulares.
Si eran ejidales, tocaba a la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra llevar a cabo los trabajos de escrituración, pero si eran particulares, correspondía al SIPOBLADUR.
Y así, teníamos a la también batalladora Ninfa Olvera de Barrera, artífice de las colonias López Portillo I y II, y a doña Mary López de Cardiel, quien al grito de “Soy prillísta”, ayudó a poblar la colonia Burocrática.
Por el lado norte, doña Mary Téllez hacía lo propio con las colonias Aquiles Serdán, Carmen Serdán y Ampliación Carmen Serdán.
Hacia el sur, la señora Nieves Hernández y doña Juanita “Naguas Largas” fundaron la Benito Juárez.
Algunas de ellas ya pasaron a menor vida, pero por lo menos Ninfa Olvera y Mary López de Cardiel tuvieron que retornar a su tranquila vida de amas de casa, al haber perdido el PRI su situación privilegiada como gobierno.
Hombres hubo también que estuvieron al tanto de las necesidades de los colonos y los “ayudaron” a conseguir un terrenito en alguna colonia irregular, ya sea que fuera invadida o negociada con el propietario.
Carlos Ibarra, fallecido hace casi dos años a causa del COVID-19, lideró a los que se asentaron en colonias como la Arco Iris y la Américo Villarreal.
“Estamos condenados al triunfo”,-decía el simpático personaje, centro de algunas de las más sabrosas anécdotas.
Quizás se me pasen algunos nombres, ya que mi memoria no es tan buena como cuando era un Pegaso chaval, pero creo que los principales ahí están.
Bien o mal, forman parte de la historia de esta dinámica ciudad, que recibió primero a los veracruzanos que venían a trabajar a PEMEX y ahora a los migrantes de otros países del Continente Americano, Europa, África y Asia.
Los nombres de estos precursores debían estar inscritos en letras de bronce en alguna plaza pública, o inmortalizados en alguna calle.
Yo recuerdo que en la colonia Luis Donaldo Colosio las calles llevan los nombres de ex alcaldes y ex regidores, por ejemplo, Oscar Luebbert Gutiérrez, Humberto Valdez Richaud, Manuel Cavazos Lerma, Luis Gerardo Higareda y Rubén Cavazos, pero no hay ni un bulevar Ninfa Olvera, una avenida Margarita Tavizón o una plaza Mary López de Cardiel.
Termino esta colaboración con el refrán estilo Pegaso, cortesía del Gansito Marinela: “¡Ten reminiscencias de mi persona!” (¡Recuérdame!)