El futbol poco a poco va regresando en el mundo, aún en medio de la crisis de coronavirus. Corea del Sur por ejemplo, ha vuelto a las canchas en todas sus categorías, sin embargo con algunas restricciones de por medio, una de ellas, la de no celebrar abrazados los goles, norma muy difícil de cumplir y para muestra lo que pasó este fin de semana.
Se jugaba el partido entre Seoul y Jeju por la Segunda División, cuando el conjunto local empató el partido y la euforia del gol llevó a jugadores y banca a festejar efusívamente el tanto; abrazos, choque de manos y aglomeraciones se dieron al por mayor.
En las imágenes del partido se observa a los futbolistas alegres por la anotación, sin embargo una vez pasado el momento, se dan cuenta que no podían festejar de tal forma e incluso el árbitro platica con el capitán para hacerle énfasis de la situación.
EL FUTBOL EN TIEMPOS DE COVID-19
Hubo un par más de situaciones curiosas en la jornada surcoreana, imágenes que aunque hoy nos parezcan extrañas o peculiares, nos tendremos que ir acostumbrando a que así será el futbol de ahora en adelante.
En el mismo juego entre Seoul y Jeju se pudo ver como cada jugador tenía destinado 2 o 3 botellas de agua personalizadas con su número, para así evitar tomar del mismo recipiente como regularmente se hace. Con un plumón, staff técnico de cada equipo, enumeraba las botellas en la tapa.
En otro juego, entre Bucheon y Asan, un futbolista cayó al césped y pidió ayuda al árbitro para poder levantarse, pero éste se negó al no poder hacer contacto con las manos, ante las risas de ambos.