EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Aprovechando las bondades de la reforma laboral que ahora permite la formación todo tipo de agrupaciones, en el medio empresarial se ha desatado la creación de múltiples sindicatos “al vapor”, muchos de ellas creados con un mínimo de personas que interpretan aviesamente el articulado de la nueva legislación.
La industria maquiladora es uno de los sectores donde más abundan los representantes obreros esquiroles, que carpeta en mano se aposentan, casi a diario, en las proximidades de los parques industriales, donde sin recato alguno en plena banqueta se encuentran a la caza de firmas de afiliación, sin importarles que sus víctimas ya se encuentren afiliadas a organizaciones debidamente constituidas que desde su origen han representado a esos trabajadores.
MERCENARIOS AL ATAQUE
Conocidos vivales como la diputada Susana Prieto Terrazas, a quien se desarraigó de Tamaulipas por tres años al causar estragos al gobierno estatal y sector empresarial, misma que se asume como dirigente nacional del Sindicato 20-32; y el depravado Luis Díaz Martínez, recientemente liberado del Centro de Ejecución de Sanciones de Reynosa, donde estuvo en presidio por varios años por cometer delitos sexuales contra dos jóvenes obreras, son parte de esa fauna de embaucadores que andan desatados creando agitación y mendigando la firma de operarios que muchas veces por ignorancia, son sorprendidos con una serie de mentiras para lograr su cometido.
La nueva ley, tan amplia como confusa, establece la formación de variados tipos de sindicatos en México; los de Gremio, los de Industria, los de Empresas Varias y los de Trabajadores Independientes.
MUTILAN PRESTACIONES
De acuerdo al artículo 103º, “No podrá constituirse un sindicato con menos de 20 trabajadores, tratándose de sindicatos gremiales o profesionales ni con menos del 50 por ciento de los trabajadores de una empresa, tratándose de sindicatos industriales”, pero los “seudo lideres”, anteponen criterios que “confunden” a sus mismos miembros y pareciera que hasta la misma autoridad laboral, y les permiten crear sus sindicatitos que van en contra de los intereses de los mismos trabajadores ya que disminuyen su poder de gestión ante las empresas que hacen sucumbir a los “secretarios generales de pacotilla” ofreciéndoles tal vez más altos sueldos para los trabajadores, pero restándoles apoyos en otras prestaciones que son el fruto de largos años de lucha.
Y hagan el favor, hoy, personas como un tal Reynaldo Barrera, que toda su vida había sido gerente de diversas empresas manufactureras de la localidad, ya han resultado de la noche a la mañana con actas constitutivas de sindicatos y ellos también andan ahora “campaneando” a empleados para obtener sus firmas de apoyo que cándidamente signan, sin saber que están ante un lobo con piel de oveja que en breve les hará aprobar un nuevo contrato colectivo en el que les serán mutiladas sus prestaciones más elementales.
NULIFICAN LA LEY
La lucha de organizaciones sindicales tradicionalistas con más de 40 años constituidos, como el Sindicato de la Fundición de la Industria Maquiladora; el Sindicato Industrial en Plantas Maquiladoras y el Sindicato Industrial Autónomo de Maquiladoras de la Reynosa, todos ellos de la CTM, que dirigen respectivamente Reynaldo Garza Elizondo, Gloria Santos Santés y Byron Cavazos Tapia, podrían ceder aún mucho más terreno cuando los nuevos “representantes sindicales”, que quién sabe quién eligió, asuman otro de los beneficios de la mal planeada reforma laboral, que permite la integración de nuevas federaciones locales y regionales de trabajadores con un mínimo de sindicatos adheridos.
La perversa reforma laboral que ha forzado la realización de nuevas elecciones de delegados y secretarios generales en empresas y sindicatos, bajo el auspicio del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, reserva como arma al servicio de los nuevos mercaderes, los derechos como el consagrado en el artículo 47 que estipula en su inciso sexto que: “La Constitución garantiza el derecho a huelga de trabajadoras, trabajadores y organizaciones sindicales. Las organizaciones sindicales decidirán el ámbito de intereses que se defenderán a través de ella, los que no podrán ser limitados por la ley…”
AHUYENTAN LA INVERSIÓN
Los propios gerentes y directivos de las empresas han admitido que la proliferación de representantes de “sindicatitos balines” buscando firmas en sus andenes y líneas de producción, perturba la tranquilidad de los trabajadores y entorpece la productividad laboral, lo que está agotando la paciencia de los inversionistas que ya están buscando mejores destinos para establecer sus plantas, ante el asedio de toda una runfla de aventureros que también hostigan a los propios ejecutivos, intentando venderles sus siglas.
Que corran personal es lo más deseado para gente de la calaña de la Prieto y Luis Díaz, quienes nunca han sido obreros de la industria, pero eso sí, picapleitos en el caso de la mujer y en el otro “coyote”, cuya principal actividad es “la defensa” laboral de los despedidos, a quienes ofrecen asesoría para demandar a las empresas para al final cobrarles el 30 y hasta el 40 por ciento de sus liquidaciones, si es que las empresas completan para pagarlas.
¿REFORMA O DEFORMA?
La reforma laboral es en síntesis una reverenda despatarrada, que está orientada a destruir las cadenas de productividad, causándoles desequilibrio económico, juega de paso a fabricar nuevos “liderazgos” de ocasión, cuya chamba originalmente debiera ser la de procurar para sus representados: Aumentos de salarios, Mejor cuidado de la salud, Pensiones y fondos de jubilación, Mayor poder de negociación, Condiciones laborales más seguras, Horarios establecidos y horas extras; y Protección legal contra el despido injustificado, pero que ya en los hechos resulta todo lo contrario.