Otro recomendado de Atanasia y Beas
La feliz pareja jurídica de la administración estatal de Tamaulipas –Jorge Luis Beas, abogado de la secretaría general de gobierno y Atanasia Contreras, titular del área legal del ejecutivo estatal– han decidido ampliar sus dominios a otros poderes. No conformes con mostrar un bajo perfil en el desempeño de sus respectivas tareas, ahora intentan imponer en el Congreso del estado al abogado José Antonio Carrillo Torres, en la Dirección del Servicio Profesional de Carrera en la Legislatura tamaulipeca.
Mediante intrigas y la venta de su sapiencia en asuntos del Derecho, los esposos Beas y Atanasia, inhabilitaron a otros aspirantes para dejar como única opción a Carrillo Torres.
El caso, no tendría por que ser de relevancia.
Total: es un asunto entre abogados; es un tema que sólo los jurisconsultos pueden operar.
Lo absurdo, lo grotesco, es que el licenciado propuesto por los consortes, tiene una filiación y militancia inobjetables: es panista, por cualquier lado que se le vea.
El sujeto, –cuestión de checar las actas del Instituto Estatal Electoral de Tamaulipas (IETAM) para constar– desplegó la responsabilidad de representar en ese órgano electoral al PAN.
Más todavía: sería de toda justicia y de toda prudencia, revisar sus participaciones en ese Instituto para aclarar sus amores por el PRI y por el PAN; y en sentido contrario: su odio y rencor contra MORENA y sus candidatos.
¿Dudas?
Ahí está el archivo del IETAM.
La idea no es desprestigiar a tan notable panista; nada de eso. El planteamiento es para evitar, que un panista degrade una institución que dentro de otras responsabilidades es juzgar con justicia la trayectoria de los trabajadores de la Legislatura actual.
¿Tendría un rol honesto y vertical un individuo que actuó y actúa como mercenario de la política?
No parece ser difícil, contestar esa interrogante.
Si camina, como pato; si habla como pato; si argumenta como pato…
Si la recomendación de la familia Beas Contreras, estuviera sostenida por el profesionalismo de su ahijado, otro gallo les cantara.
Tanto doña Tania como el señor Beas, siguen exhibiendo su potencial como abogados: olvidaron ordenar a los abogados de MORENA –fue su responsabilidad hace meses– presentar los gastos de campaña.
Esa omisión, de quienes se presumen unas chuchas cuereras para resolver litigios electorales, les valió a los guindos una multa de más de medio millón de pesos.
¿Dónde estaban Atanasia y su consorte?
A pesar de ello, siguen empecinados en promover a su protegido; sólo que Carrillo Torres, ni como abogado de lo electoral, mostró prendas admirables en su paso por el IETAM.
Eso sí: pertenece a una familia de prosapia en el partido azul: su hermano estuvo en la administración del alcalde panista de Nuevo Laredo, Enrique Rivas Cuéllar.
Con esa nueva adquisición que se quiere instalar en el Poder legislativo, se incrementa el bloque panista que medra en el aparato administrativo de esa soberanía.
A Tania y a su esposo, se les endilga –también– la propuesta que triunfó para hacer secretario general del Congreso a otro distinguido panista.
Al parecito, se le vincula desde hace años a grupos panistas que medran en el aparato de justicia desde el sexenio de Egidio Torre Cantú, pasando por el de Francisco García Cabeza de Vaca.
Por esas circunstancias extrañas de la vida, la imposición con –tanto cariño y ternura– que se cocina desde el exterior del Poder legislativo, se explica por el inconmensurable efecto de Beas por su sobrino.
Empieza a conocerse a la Legislatura LXV de Tamaulipas, como la jaula de los íntimos.
¿?..