Por Hugo Reyna/ EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Sin disponibilidad de restaurantes ni centros sociales, en donde dar rienda suelta a la festividad del Día de las Madres, las celebraciones han sido confinadas en casa y la imaginación de las familias desborda para compartir con “la reina de la casa”.
Dependiendo el grado de impresión que se desee dar a la madre en su día, hay quienes elaboran auténticos banquetes en casa y otros que por ser sencillos no dejan de tener menos cariño y aprecio por la jefa del hogar.
En casa de la Familia García Zúñiga, son modestos los gustos del menú para este 10 de mayo, que iniciaron la víspera “encendiendo el bote” y preparando un pollito asado, alitas y algunas costillas que serán degustadas por todos con su “pico de gallo” y aguacates (aun cuando el kilo cuesta 75 pesos, casi un kilo de bistecs).
Pero no importa, lo relevante es que la Pandemia por el Covid 19 y la Cuarentena no se sientan, en casa vendrán familiares y amigos (gorrones o comensales imprevistos) que vendrán para agrandar la mesa y hacer del encuentro toda una tertulia social desde la privacidad de la casa y sin intrusos o fisgones.
El presupuesto se adapta- como en todo- al deseo de cada familia, en el caso de Don Mauro Gómez, solo gastó alrededor de 600 pesos entre pollo, alas y lo necesario para la “asada” en familia.
Cerveza imposible de imaginar beberla en estos días en que escasea por la Pandemia (el enemigo número uno) y que tendrá que ser degustada la mesa con algunos vinos o en su defecto tequila para estar a tono con el sesgo nacional y patriota, que ni el Covid 19 logra aminorar.
“Encender el bote” es todo un rito y tradición y que se habrá de escenificar el fin de semana en muchos hogares, en donde a falta de salir a celebrar a las calles a concurridos restaurantes o salones sociales, se hará desde la seguridad del “Quédate en Casa”.