PERÚ RETIRA A SU EMBAJADOR EN EL PAÍS DE FORMA «DEFINITIVA»

Internacional

EL SINODAL DE TAMAULIPAS

Lima. La presidenta peruana, Dina Boluarte, anunció ayer la retirada definitiva de su embajador en México, Manuel Gerardo Talavera Espinar, como respuesta a las críticas del mandatario Andrés Manuel López Obrador, a quien le reprocha por “afectar gravemente” las relaciones de respeto mutuo para “privilegiar afinidades ideológicas”.

Boluarte, en breve mensaje a la nación, manifestó que su par mexicano ha privilegiado su “afinidad ideológica” al defender al depuesto y encarcelado presidente Pedro Castillo, quien intentó el pasado 7 diciembre disolver el Congreso. “Con sus declaraciones, el señor López viola el principio del derecho internacional sobre la no injerencia en asuntos internos, así como aquellos referidos a la defensa y promoción de la democracia”, afirmó acompañada del primer ministro, Alberto Otárola, y la ministra de Exteriores, Ana Cecilia Gervasi.

“Ha decidido (López Obrador) afectar gravemente las bicentenarias relaciones de respeto mutuo”, al priorizar sus preferencias políticas, que están afectando importantes procesos de integración, como el traspaso de la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico. Con la retirada del embajador, las relaciones diplomáticas entre ambos países “quedan formalmente a nivel de encargado de negocios”.

La decisión se tomó horas después de que el presidente mexicano señaló, en su conferencia mañanera, que Boluarte, quien llamó nuevamente “espuria”, tiene apenas el 15 por ciento de aprobación ciudadana, según encuestas que dijo que ha consultado, en las que el congreso de ese país tiene 10 por ciento de respaldo. No obstante, “ellos mandan con las bayonetas, con la represión, con la fuerza”.

Criticó la actuación de la Organización de Estados Latinoamericanos (OEA) y señaló que el organismo “se hace de la vista gorda” ante “la decisión de destituir a autoridades legítimamente constituidas” y frente la represión de las protestas por la remoción de Pedro Castillo.

Obrador recibió el jueves pasado en Palacio Nacional a la esposa del depuesto mandatario, Lilia Paredes. Sobre el encuentro dijo: “La abracé y le expresé mi solidaridad con el pueblo humilde, pobre, indígena, humillado”. Agregó que Paredes “está llena de sentimientos y también pidiéndonos que no abandonemos a su esposo”.

México, afirmó el mandatario, “va a seguir apoyando al presidente injusta e ilegalmente destituido y demandamos que se le libere”.

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