Dialogando/ Por Roberto Olvera Pérez

Opinión

Muerto en Tula, huella de COVID-19

La noche del 10 de mayo se tuvo la primer noticia de un muerto de COVID-19 en el municipio del Pueblo Mágico de Tula, en uno de los más altos parajes de la Sierra Occidental de Tamaulipas. Lo habíamos anticipado aquí en este mismo espacio que ya en este municipio se habían registrado casos positivos, pasa esto en el momento en el que se anotan las zonas que no permiten más contagios con otros lugares y poblaciones en donde ya se encuentra muy distendido el virus.

Tula es la Ciudad más antigua del Estado con más de 400 años de historia y jamás habíamos escuchado que hubiera llegado a tan lejana región un fenómeno tan destructivo y trágico, por lo que conviene explicar a la población que esta pandemia viene de lejos y de fuera, pero que al llegar a un lugar determinado se multiplica en forma exponencial, o sea, 2, 3 o muchas más veces cada caso. Una sola muerte puede ser el principio de varias o muchas más; toda vez  que quien muera tuvo que haber tenido contacto con 6, 8, o 10 personas más.

La región debe de movilizarse rápido para comunicar a los vecinos que el coronavirus ya está en su casa. Entendido esto como más de una región en donde viaja y está el virus y puede matar a decenas de personas con lo difícil de llegar a curar y aislar a las personas afectadas por lo lejano y alto de estos sitios serranos y distantes. Vale la pena que las autoridades locales como ya lo vienen haciendo, intensifiquen el llamado a los habitantes para que no salgan de casa y que no tengan contacto con personas que vienen de otros sitios, caminos y poblaciones.

Es necesario hacer un cerco sanitario, poner varios filtros y llamar a las autoridades de las poblaciones cercanas para llegar acuerdos, sobre como limitar los contagios entre si y dar apoyo a los afectados para que estén bien resguardados y no contagien a sus próximos, los que se encuentran en peligro de vida o muerte.

Son vecinos del municipio de Tula, al norte con los municipios de Bustamante, Palmillas y Jaumave; al sur y oeste con el Estado de San Luis Potosí, y al este con los Municipios de, nuevamente con Jaumave y Ocampo. Hay que agregar a todos los municipios y los accesos a Tula, que provienen de las carreteras y caminos alimentadores rurales, en donde varias comunidades, rancherías y ejidos también tienen relación con otros pueblos; todos deben estar en alerta y a su vez tomar las medidas de auxilio, prevención y protección, porque al llegar el virus, esto puede propagarse rápidamente con lo difícil que presenta este caso concreto, tal y como lo vemos ya expuesto.

Seria bueno que las autoridades sanitarias desplazaran brigadas y recursos para atender esta situación grave en todo el altiplano tamaulipeco. No hay tiempo que perder, son vidas humanas que están en peligro y estos hechos nos muestran que debe de explicarse todo lo nocivo que la situación trae consigo.

Por cierto, la que fue llamada en otros tiempos “Tula Sin Miedo”, debe de convertirse a pesar de lo ya vivido en una tierra sin muertes. Los que no han quitado el dedo del renglón han sido quienes están pendientes de esa zona, como el propio Gobierno del Estado, al frente nuestro gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, la Secretaria General de Gobierno, el Sector Salud y por supuesto la primera autoridad del municipio, Lenin Vladimir Coronado Posadas, quienes han entendido desde hace varias semanas que ‘LA SALUD ES PRIMERO’ y que se trata de vidas humanas que hay que salvar.

También conviene anotar la forma en que se realizan los funerales, así como los cuidados que se darán a los contactos de esta primera víctima en el altiplano tamaulipeco, para dejar el camino ya marcado de lo que viene y por lo que resta por hacer.

Por último, será necesario incluir entre los municipios en los que deben tomar medidas extremas a todos los que desde Ciudad Victoria, rodean límites y conviven diariamente con el municipio de Tula, para evitar mayores contagios de coronavirus. Así que hay que cerrar filas en torno a lo expuesto.     

NOTAS CORTAS

1.- En tiempos de reelección, la campaña para un gobernante inicia el primer día de su mandato y eso todos lo saben. Antes cuando el ‘palomeo’ no estaba seguro, se hacía campaña para el sucesor a modo. Sin embargo hoy es diferente, esta la opción, insisto, en algunos casos de volver a jugar. Del altiplano tamaulipeco la mayoría está en condiciones de repetir como el ‘Alka Seltzer’, pero saben que ahorita no son tiempos de pensar en eso, son tiempos de cuidar a la gente, aislarlos y protegerlos. El covid-19 debe atenderse en el 2020, así que urge y se ocupa y esto es más importante que las precampañas y campañas que finalmente serán hasta el año que entra, así lo dijo categóricamente el alcalde tulteco Lenin Vladimir Coronado Posadas.

2.- En Bustamante, la alcaldesa Marisela Rodríguez González, goza de buenas evaluaciones, contrario a lo que digan sus adversarios políticos. Y es que la edil está dedicada cien por ciento a gobernar, a hacer bien el trabajo, atendiendo demandas y dándoles solución, por lo que no dude en el futuro viene la recompensa.

3.- Como son las cosas y el tiempo no lo confirma. Antes a la Lupita Rodríguez Gámez se le criticaba por sus buenas acciones en Miquihuana y hoy en día se le reconoce. Como regresar el tiempo no se puede, pero más se le recuerda en aquella ocasión cuando visitó casa por casa a todas las madrecitas el 10 de mayo desde muy temprana hora para felicitarlas, llevándoles un pastel y un rosal fresco y puro, por lo que no pierda de vista en el futuro inmediato a la ex alcaldesa ya que late fuerte en el corazón de los miquihuanenses, sobre todo de la gente humilde y sincera.   Por hoy es todo, en la próxima seguiremos dialogando del acontecer político tamaulipeco.

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