Por Oscar Díaz Salazar
Comentarios sobre el primer informe de gobierno de Américo Villarreal, específicamente del evento organizado por el gobierno del Estado.
La escenografía fue abundante en «pendones» con imágenes alusivas al gobierno del Estado, al más puro estilo Goebbeliano Hitleriano
Solo dos gobernadores acudieron al evento y el representante del presidente fue un funcionario con nivel de subsecretario.
Por enésima ocasión se culpa al pasado de los males del Estado.
La frase del día: Encontramos una administración orientada al latrocinio.
Se informó que el presupuesto del 2022 se lo gastó (casi) en su totalidad, el gobierno anterior.
A elogió el boca propia, sonó el reconocimiento a los integrantes del gabinete.
En relación a las obras públicas, se repitió el listado de proyectos que desarrolla el gobierno federal en el Estado.
En materia de desarrollo rural, se informa que se constituyeron y/o renovaron varios comités, consejos consultivos, consejos asesores etc.
Habló de las bondades del proyecto para traer agua del río Pánuco, al centro y (según AVA) al norte del Estado.
En cuanto al trabajo, se presume la resolución de mil litigios laborales y la colocación de mano de obra local en empresas extranjeras.
En educación se habló en tiempo futuro, de proyectos, de planes, de intenciones. Lo concreto estuvo relacionado con las universidades Benito Juárez; con la operación de un plantel en Tula y la inclusión de la carrera de enfermería en varias sedes.
Se presumió el incremento salarial a los burócratas estatales.