Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Clamando desde su lecho de dolor que no es adicta a ninguna sustancia toxica, y exhibiendo un certificado médico que así lo avala, la señora Rosalinda Soto Frausto, quien fuera despojada de sus cinco hijos todos ellos menores de edad por el DIF Reynosa, hace 12 largos días sigue exigiendo justicia.
Desde el interior de una clínica, la mujer afirma que la Procuraduría para Protección a la mujer, los niños, los adultos y la familia, señaló que esta dependencia se ensañó con ella, al acudir a un citatorio, donde le quitaron a sus menores hijos, atendiendo una supuesta queja por descuido que le formuló el padre de una de esas cinco criaturas.
La familia de Rosalinda, en todo momento ha estado con ella, sabedores de que la humilde mujer, aunque con carencias daba manutención a sus hijos, siendo cuidados por su madre, mientras ella junto con su actual pareja trabajaban como cocineros de dos diferentes restaurantes.
VIOLAN EL INTERES SUPERIOR
El licenciado Marcelo Olán Mendoza, quien gratuitamente se ha hecho cargo de la defensa de la mujer, argumentó que en este caso se ha violado de diversas formas el interés superior de los niños, ya que los tres mayores han sido retirados de la escuela, mientras a los dos más pequeños, se les esta privando del alimento y el cariño maternal.
Mencionó que, para este miércoles, esperarían que por fin la Procuradora del DIF, le dé permiso a la mujer para platicar y abrazar a sus hijos que también se la han pasado llorando en las mazmorras del DIF, como si fueran criminales, todo por las denuncias que formuló Fernando Cortinas Rodriguez, quien es padre de uno de sus hijos del que jamás se ha hecho cargo, ni ha otorgado manutención alguna.
La dama ha exhibido muestra de los maltratos, además de testimonios de sus vecinos que señalaron que durante tres años que el sujeto vivía uno o dos días por semana con ella, la celaba, la golpeaba, la insultaba constantemente y le impedía que vistiera como mujer.
Todo sucedió así hasta que hace cinco años ya no volvió, entablando ella una nueva relación con su actual pareja, mientras el desobligado urdía la manera de crearle problemas y quedarse con la patria potestad que con toda legalidad ella tiene.
LA MUJER NO ES VICIOSA
Personal de dos laboratorios clínicos particulares, al ver la angustiosa situación de la mujer, procedió a realizarle un par de análisis a la sangre destacando en ambas muestras que esta sea adicta ningún tipo de droga, mucho menos cocaína como se aseguró en el DIF Reynosa.
Soto Frausto de 29 años de edad, que radica en la colonia Los Almendros, declaró que así sea lo último que haga, buscará sacar limpio su nombre para que, si algo le sucede a ella, sus hijos queden conscientes de que ella solo fue víctima de la infamia quien con sus celos enfermizos pudo haber sido el causante de desgraciarle la vida a sus hijos quienes ahora, si salen o no de donde se encuentran internos, contra su propia voluntad, deberán ser objeto de un intenso tratamiento psicológico.
RESTAN FACULTADES AL JUEZ
El licenciado Olán Mendoza, por su parte dijo no estar en contra del trabajo que ha desarrollado la Procuraduría del DIF Reynosa, pero en este caso dijo que ese asunto debió haberlo resuelto el juez de lo familiar y no un organismo que se supone es para mantener unidas a las familias y no desintegrarlas como en este caso.
Expresó que conoce de varios asuntos en los que se ha conjugado el mal actuar de funcionarios de esa dependencia y circunstancias externas, pero agregó que por ahora no es su intención hablar de ello, sino solamente el caso de su defendida.