Pejicidio
¡Audiencia públicaaaaa! El tremendo juez de la Tremenda Corte va a resolver un tremmennndo caso!
-Bunos días, secretario.
-Buenos días, señor juez. ¿Cómo le fue de lluvia en estos días?
-Pues mire, fuera de algunos apagones y árboles caídos, el clima fue benévolo con nosotros. Pero, ¿por qué me está preguntando eso?
-Bueno, Señor Juez, lo que pasa es que yo le aposté al conserje que el clima iba a estar más tormentoso que su carácter, pero ya ve que no fue así.
-¡Póngase cien pesos de multa!
-¿Pero por qué, su señoría?
-Por andar comparando mi carácter con el de las tormentas, y ahora dígame cuál es el siguiente caso que tenemos.
Se trata de un sujeto que dice que el Pejidente ya está a punto de colgar los tenis, que sufrió un soponcio, un váguido y un telele, que se le quedó la boca chueca por una embolia y que ya no podrá dar su mañanera todos los días.
-Pues haga pasar a los implicados en este Pejicidio.
-A la orden, Señor Juez: ¡Lilly María Tellezina!
-¡Aquí, como toos los días!
-¡Adan Augusteiro y Lopesiña!
-¡Presenteeee!
–¡Felipe Calderón Treshinojosines!
-¡A la rejaaaa!
Imagínense mis dos o tres lectores el desarrollo y conclusión de este caso que se le presenta al Señor Juez de la Tremenda Corte.
Algo muy parecido está ocurriendo hoy en día. El Pejidente ALMO dijo en un mensaje de Twitter que nuevamente le dio COVID-19.
Los contras inmediatamente se dieron a la tarea de inventar diversas versiones. Unas aseguran que en realidad lo que le dio fue una embolia, que quedó con la boca chueca y que no puede hablar fluidamente. Otros dicen que el Peje del Ejecutivo tuvo un desvanecimiento durante un acto público en Yucatán y que fue llevado de urgencia a un hospital.
El Secretario de Gobernación, Adán Augusto López salió a desmentir todas esas “fake news” al asegurar que está aislado, en recuperación, y que ya pronto seguirá deleitándonos con sus jocosas mañaneras.
Lo cierto es que ALMO ha demostrado que tiene más vidas que un gato.
Lo han matado mil veces, pero siempre aparece sonriendo a las cámaras, como si nada hubiera ocurrido, aunque ya tuvo un preinfarto y su salud ya no es la misma que un chavo de 15 años.
Pienso que, siendo como es, el Jefe de Gobierno de un país, debe cuidarse mucho más.
Tendríamos que preguntarnos lo que ocurriría si ALMO entrega el equipo. Claramente los contras aprovecharían para crear un clima de ingobernabilidad.
El protocolo dicta que el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, estaría al frente del Gobierno Federal, y posteriormente el Congreso designaría al Presidente Sustituto para que titule el Poder Ejecutivo hasta que en las elecciones del 2024 el voto ciudadano decida qué candidato gobernará el país en los siguientes seis años.
Existe el riesgo que dentro de la llamada 4 T, al faltar la figura fuerte que es López Obrador, el resto de la estructura caiga como castillo de naipes, al no tener nada que la sostenga y entonces, los buitres de la oposición se lanzarán en pos del cadáver hasta consumirlo completamente.
Para nada es deseable que ocurra un escenario de ese tipo, porque también habría el peligro de volver a lo de antes.
Mejor vámonos con el refrán estilo Pegaso que dice así: “Matojo maligno jamás perece”. (Hierba mala nunca muere).
