AL VUELO/ Por Pegaso

Opinión

Váguido

Ya se supo qué fue lo que pasó con el Pejidente. Fue un váguido.

Él mismo lo dijo en un video que subió a las redes sociales y lo hizo para acallar todos los rumores bien o malintencionados que surgieron a raíz de su repentino malestar.

Según él mismo, después de una intensa gira de trabajo que incluyó los Estados de Veracruz, Quintana Roo y Yucatán, al estar en Mérida supervisando los avances del Tren Maya, le dio un váguido, una baja repentina de presión que lo noqueó y tuvo que ser atendido de urgencia.

Reiteró lo que dijo desde el principio: Que padece COVID-19, que está bajo tratamiento y que dentro de unos cuantos días se pondrá a chambear nuevamente.

Entonces, aclarado el ´punto, no fue ni soponcio, patatús, telele o tamafat, sino un váguido lo que experimentó el Cabecita de Algodón.

Y para que no quepa ninguna duda, aquí presento el significado exacto de esas locuciones, en estricto orden alfabético:

-Patatús: Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, significa desmayo o lipotimia. A su vez, la lipotimia es una sensación de mareo, sin pérdida de conocimiento, durante un período de tiempo muy corto y con recuperación rápida y completa, que suele producirse por emociones intensas, períodos largos de ayunos, visiones desagradables (como sangre), ambiente caluroso, escasa hidratación, etc. El cerebro, al dejar de recibir la cantidad necesaria de sangre, deja de funcionar adecuadamente.

-Soponcio: Indisposición o desmayo momentáneo provocado por un disgusto o susto grandes, por ejemplo: “Le dio un soponcio cuando recibió la noticia”. Para el Diccionario de la Real Academia, soponcio es un desmayo o una congoja.

-Tamafat: El diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española indica que es un episodio de histeria que puede llegar al desmayo.

-Telele: Un término coloquial que describe un desmayo o indisposición pasajera producida tras una situación de angustia o susto muy grandes. El RAE lo define como patatús o soponcio.

-Váguido: La definición del Diccionario de la Real Academia es: Desvanecimiento, vahído. Esta última palabra significa pérdida breve del sentido a causa de alguna indisposición.

Visto y analizado lo anterior, para mí que todos son la misma cosa.

Después de que se hizo circular en las redes sociales, muchos periodistas y analistas sintieron curiosidad por saber qué significa la palabra “váguido”, que ahora estará de moda en el mundillo político nacional.

Al rato, cuando Adán Augusto o cualquiera de las otras “corcholatas” se sientan indispuestos, dirán que les dio un váguido.

De todas maneras, en el material que el Pejidente compartió, se le ve flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones, como Oscar Athié. Porta un traje gris rata sin planchar, con una coquetona corbata verde y una camisa blanca, también sin planchar.

Camina difícilmente por uno de los pasillos de Palacio Nacional y no puede ocultar el estado de malestar.

Recordemos que ALMO ya ha dado positivo al COVID-19 tres veces. No puede culpar a los mexicanos por pensar que algo realmente malo le habría ocurrido, número uno, por la falta de información, y número dos, porque somos muy dados a seguir los dichos populares, como ese que dice: La tercera es la vencida.

Pero qué bueno que ahí la lleva. Ya los malvados buitres neoliberales, conservadores y aspiracionistas se relamían el pico listos para hincarlo en su cadáver, pero no les dará ese gusto.

Para mí que tiene cuerda para rato, y lo veremos dentro de poco tiempo en otro sitio de nuestra hermosa República Mexicana, como Badiraguato o algún otro escenario de sus querencias, saludando a las viejas fodongas de beso en el cachete o acariciando niños mocosos.

Me despido con el refrán estilo Pegaso que dice así: “El cadáver que vosotros dejáis sin vida, presenta síntomas vitales  inmejorables”.  (El muerto que vos matáis goza de cabal salud).

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