Feria de la Naranja

Opinión

Por Oscar Díaz Salazar

Por demás interesante es el anuncio que hicieron los funcionarios del gobierno de Tamaulipas, de la Secretaria de Desarrollo Rural, a cargo del primo de oro, y de la Secretaria de Turismo, cuyo jefe es el que conoce los secretos de la montaña, sobre la Feria Regional Citrícola 2023, que se celebrará los días 26 y 27 de mayo en el Recinto Ferial de Ciudad Victoria.

Me parece un gran acierto que las autoridades estén pensando en reunir a los productores de naranja, en un ambiente festivo y en ocasión de la cosecha del principal producto agrícola de la región aledaña a la capital del Estado.

Se entiende que por ser la primera ocasión que se lleva a cabo un evento de esta naturaleza, las actividades se limiten a un par de días, y que la sede sea la capital de Tamaulipas, y no una de las cabeceras de los municipios que integran la región citrícola del Estado.

Espero que este evento sirva de aliciente para que en Güemes, Padilla, Victoria, Hidalgo y Llera, surjan iniciativas para agregar valor a un producto, -la naranja-, que hoy se comercializa de manera directa, sin proceso alguno que represente un incremento a su valor.

Revisando el boletín de prensa del gobierno del Estado, veo que hay propuestas interesantes que pudieran ser «adoptadas y adaptadas» (parafraseando a Maki Ortiz) y establecerse de manera permanente, o estacional, en los pueblos naranjeros.

Además de lo que ya consideraron los organizadores de la Feria Regional Cítricola 2023, se pudieran llevar a cabo estas propuestas:

Ofrecer cursos de capacitación para enseñar a preparar, elaborar, envasar y comercializar nieve de naranja, paletas de hielo de naranja (limón, lima, mandarina, toronja), pan de naranja, polvorones de naranja, flan de naranja, gelatinas de naranja, pollo a la naranja, salsa de naranja, dulce de naranja, concentrado de naranja, naranja cristalizada, jugo de naranja, preparado para marinar carnes y aves, mermelada, licor de naranja,

Organizar concurso de recetas, y de elaboración de platillos, de comida y bebidas con naranja.

Plantar árboles de naranja, toronja y limón en plazas, camellones y patios escolares.

Adquirir y colocar escultura o mural, alusivo a la naranja, similar (en cuanto a la intención) a la escultura de Álamo, Veracruz.

Organizar desfile de la naranja. Construir y alquilar paraderos en los que se comercialicen productos cítricos, en el tramo carretero de las cabeceras municipales.

Permitir la instalación y operación de expendios de jugos y productos citrícolas en vía pública, plazas, parques e instalaciones deportivas.

Concluyo la columna de este día felicitando al primo de oro y al guía de la montaña, por esta iniciativa de organizar la Feria de la Naranja (limón, mandarina, toronja y lima), una propuesta que aporta el reconocimiento de las actividades económicas, el trabajo y la producción, de una amplia y muy prospera región que circunda a la capital.

De pilón (de posdata dicen algunos) lo quiero invitar a completar esta lista de ideas, ideotas y buenas intenciones, que compartí con ustedes en los párrafos anteriores.

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