Reflejos de un Corazón
El silencio invadió tu habitación, tu mirada un poco perdida, observando la pared y sin ningún pensamiento en la mente. De pronto escuchaste un sonido que llamó tu atención, un sonido que provenía de tu pecho. Un sonido que nacía de tu corazón, un sonido que pocas veces te habías detenido a escuchar. Un sonido que te decía que no era momento de rendirte, que aún no había llegado el momento de dar todo por perdido, un sonido que te animaba a seguir luchando y siendo fuerte.
En cada latido de tu corazón era fuente de la que emana tu alegría, tu cariño, tus sentimientos y tu amor, esa esencia que te hacer ser una mujer irrepetible. En cada latido existe un toque de magia que en un momento lo cambia todo. Esa magia que sin pensar que existe, está hay en cada sonrisa, en cada palabra, en cada acción que realizas, asiendo sentir bien a los demás, nunca te percata que existe, pero hay esta, en ese sonido, que puede ser muy suave o ruidoso.
Un sonido que cambia vidas, ese sonido que en medio del silencio te recuerda lo grande que eres, te recuerda que existirán días malos, pero que siempre serán más los buenos. Ese sonido que envuelve a tu persona y que te da esperanza, te da tranquilidad y toque de paz. Y en el silencio de tu habitación o en el ruido del mundo, ese sonido, esos latidos te deben de hacerte sentir especial, plena y feliz. Porque todo eso se puede conseguir, trabajando, esforzando te por conseguirlo. Esos latidos no abandonan, y se aceleran de emoción, de adrenalina, el sonido se hace más fuerte, gritandote que lo has conseguido. Diciendo que eres capaz de lograrlo y de alcanzarlo, que no tengas miedo. Porque eres una mujer chingona.
Lo más valioso que tienes es tu corazón, cuidalo, porque tus palabras, acciones y sentimientos, son un reflejo de lo que guarda tu corazón.
Que tengas un fascinante y palpitante día.
