Papás
Ayer se celebró el Día del Padre.
No se acostumbra armar tanto barullo como en el Día de la Madre, pero las redes sociales se abarrotaron de felicitaciones, a cual más cursi.
Para contrarrestar un poco tanta miel derramada el día de ayer, presento a mis dos o tres lectores la siguiente colección de bonitos chascarrillos que tienen como protagonistas principales a los progenitores:
-Papá, ¿qué significa sintaxis?-pregunta un pillastre a su ancestro.
-Que tienes que tomar un autobús.
-¡Gracias, papá! Eres un genio.
-Pues ahí nomás, uno que ha estudiado.
-¡Papá, papá!-le pregunta otro chamaco al autor de sus días. ¿Por qué te casaste con mamá?
-Tu tampoco te lo explicas, ¿verdad?
Una vecina le dice a otra:
-¡Es increíble el parecido que tiene tu hijo con su padre!
-Sí, pero habla más quedito, porque mi marido está en casa.
Un adolescente llega a su casa y dice a su padre:
-Papá, tengo una noticia buena y una mala…
-Empieza por la buena, anda, dame una alegría…
-¡Las bolsas de aire de tu coche funcionan bien!
-Papá, ¿cuántas anclas tiene un barco?-pregunta un mocoso.
-Once.
-¿Estás seguro?
-Claro. ¿Nunca has oído eso de “eleven anclas”?
-¡Ah, sí! Es verdad. Muchas gracias, papi.
-Papá, ¿qué es una secuela=
-¿Te acuerdas de aquella anciana que estaba en la cola del supermercado a la que le di una paliza?
-Sí.
-Pues esa ya no se cuela más.
-¡Papá, papá! ¿Me resuelves este problema de matemáticas?
-No, hijo, no estaría bien.
-Bueno, pero inténtalo de todas formas.
-¡Papá, papá! ¿Sabes qué significa ironía?
-Ironía es que tú seas pelirrojo como el vecino y que sea yo el que tiene que responder tus preguntas estúpidas.
Pedro bañaba a su hijo metiéndolo en la bañera, agarrado por las orejas. Lo metía, lo dejaba un rato y después lo secaba, siempre agarrado por las orejas.
El niño chillaba a lo bestia, así que su amigo Juan, que estaba de visita le reclama:
-¡Pero Pedro! ¡Qué bruto! ¿Cómo bañas así al niño?
-¿Y qué quieres? ¿Que me queme las manos? ¡Con lo caliente que está el agua!
Un jovenazo llega a una casa y sale el jefe de familia:
-Hola, buenas noches. Vengo a pedir la mano de su hija.
-¿Y ya viste a mi mujer?
-Si, pero me gusta más su hija.
Una mujer se despierta a las 4 de la mañana y se da cuenta que su marido no está en la cama. Va hasta la cocina y lo encuentra sentado en silencio, a oscuras, tomándose una taza de café.
Enciende las luces y ve que su marido se enjuga una lágrima.
-Pero, Fulgencio, ¿qué estás haciendo aquí a estas horas?
-¿Te acuerdas hace 20 años, cuando comenzamos a salir juntos, tu tenías 16 y yo 20?
-Claro que me acuerdo,-responde ella tiernamente.
-¿Y recuerdas que tu padre me puso una escopeta en el pecho y me dijo que debía casarme contigo o me denunciaba y pasaría 20 años en la cárcel?
-Claro, cariño, también me acuerdo de eso. Mi papá nunca pudo soportar a mis novios, pero, ¿por qué recuerdas eso?
Mientras se enjuga la siguiente lágrima, el tipo le responde:
-Pues, ¡porque hoy estaría saliendo de la cárcel y sería completamente libre!