EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Brasilia.- El ex presidente Jair Bolsonaro es inelegible para ejercer cargos públicos durante ocho años por “abuso de poder”, determinó ayer el Tribunal Electoral Federal de Brasil (TSE), con votación de 5 a 2, por difundir información “falsa” sobre el sistema electoral antes de su derrota frente al progresista Lula da Silva. El líder ultraderechista aseguró que impugnará la decisión.
La inhabilitación política dejará a Bolsonaro, de 68 años, postularse hasta 2030, por lo que quedará fuera de las presidenciales de 2026. Aunque puede abrir una carrera por el liderazgo de la derecha en el gigante sudamericano, por ahora sin alternativas claras. El ex capitán del ejército tachó el fallo de “puñalada en la espalda”, y aseguró que apelará. “No estoy muerto, vamos a seguir trabajando”, afirmó ante periodistas en la sureña ciudad Belo Horizonte, en Minas Gerais.
Después de varios días, en esta cuarta y última sesión en el TSE, votaron los últimos tres jueces. Para una condena por los cargos de “abuso de poder político y uso indebido de los medios de comunicación” era necesaria una mayoría del pleno, al menos cuatro de siete votos.
El caso se centra en un evento con diplomáticos organizado por Bolsonaro el 18 de julio de 2022 en el palacio de la Alvorada, en el que aseguró sin pruebas que buscaba “corregir fallas” del sistema de urnas electrónicas con la “participación de las fuerzas armadas”. En su discurso tras el encuentro, transmitido por la televisión pública, el ultraderechista justificó que la supuesta vulnerabilidad del sistema podía servir para manipular el resultado en su contra, algo que repitió en numerosas ocasiones durante la campaña electoral.
“Mentir no es una herramienta legítima para el ejercicio de una función pública”, reaccionó el ministro de Justicia, Flavio Dino. “La democracia superó la prueba de estrés más dura en décadas”, agregó.
El juez instructor del caso, Benedito Gonçalves, asoció a Bolsonaro a un “discurso violento y mentiras” que pusieron “en jaque la credibilidad de la justicia electoral”, y destacó que la reunión con los diplomáticos “sirvió para incitar un estado de paranoia colectiva” sobre la plataforma de cómputo electoral.
“¿Qué puede ser más grave para un jefe de Estado que, con objetivos políticos, movilizar el aparato de la República para transmitir la idea de que los comicios no son limpios?”, cuestionó el magistrado Floriano Marques, al justificar su sufragio.
Alexandre de Moraes, juez del TSE, argumentó que la decisión representa un rechazo al “populismo renacido de las llamas del discurso odioso y antidemocrático que promueve la desinformación atroz”.
Raúl Araujo, que votó en contra, defendió que “la intensidad del comportamiento no fue tal para justificar la medida extrema de la inelegibilidad”.
Tras la resolución, el ministro de Justicia, Flavio Dino, tuiteó: “Algunos mensajes importantes vienen del juicio del TSE: mentir no es una herramienta legítima para ejercer una función pública y la política no se rige por la ley de la selva”.
Elecciones de 2026
Bolsonaro perdió ante Lula por un estrecho margen: 50.9 por ciento frente a 49.1, aunque su conservador Partido Liberal es mayoritario en el Congreso actual. Durante su gestión, fue criticado, además, por la administración de la selva amazónica, el mal manejo de la pandemia de covid-19, su relación en el fallido golpe de Estado de enero pasado y ahora se suma el juicio en el TSE.
Muchos de sus aliados son interrogados por los legisladores en una investigación del Congreso sobre los disturbios del pasado 8 de enero. Bolsonaro no corre el riesgo de ir a la cárcel en el caso electoral, pero se enfrenta a otras investigaciones que aún podrían ponerle tras las rejas.
Aunque sus esperanzas de vencer a Lula en 2026 pudieron haber terminado, ha dicho que apoyaría a su esposa, Michelle, como candidata, al ser una cristiana evangélica que podría conseguir el apoyo de una derecha religiosa. “Nuestro sueño está más vivo que nunca”, escribió en Instagram tras el fallo, y externó: “Estoy a sus órdenes, mi capitán”.