EL SINODAL DE TAMAULIPAS
San Luis Rio Colorado, Sonora.- El pasado sábado 22 de julio, la tranquilidad nocturna fue rota por una escena de caos y horror en el bar Beer House. Hoy, tras una larga audiencia, el juez penal vinculó a proceso a José Luis ‘N’, de 28 años, a quien se le atribuye la responsabilidad del mortal incendio.
Según la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora, José Luis ‘N’ es presuntamente responsable de los delitos de homicidio calificado de 11 personas, homicidio calificado en grado de tentativa de seis personas y daños agravados por incendio.
El relato del Ministerio Público detalla que los hechos ocurrieron aproximadamente a la 01:33 horas, después de que el acusado fue expulsado del bar por molestar a varias mujeres. Según la versión de los hechos presentada, José Luis ‘N’ habría iniciado el fuego intencionadamente en la entrada del establecimiento.
La evidencia presentada por la fiscalía, junto con una sólida teoría del caso, llevó al juez a vincular a proceso a José Luis ‘N’, a quien también se le impuso prisión preventiva como medida cautelar.
Si la fiscalía tiene éxito en su caso, José Luis ‘N’ podría enfrentar una sentencia que lo mantendría en prisión de por vida.
Además, durante la audiencia, se indicó que al momento de su detención, el imputado estaba en posesión de drogas sintéticas. Esto añade a la teoría de que José Luis ‘N’ pudo haber estado bajo la influencia de sustancias psicotrópicas durante el incendio.
Este caso aún está en desarrollo, y continuaremos actualizando a nuestros lectores a medida que más detalles se vuelvan disponibles.
LOS DRAMÁTICOS HECHOS
Las autoridades acusan a José Luis N., de 28 años, de homicidio calificado por el incendio y el asesinato de 11 personas, de tentativa de homicidio por los seis heridos que se salvaron del fuego y otro cargo por los daños ocasionados al establecimiento. La Fiscalía solicitará para el acusado la “máxima pena que la ley contemple”, lo que podría implicar la vida en la cárcel. El juez encargado del caso utilizó las pruebas que tenía en su mano para detener al sujeto y encerrarlo en un penal del Estado, a la espera que se celebre el juicio que determine su futuro.
El viernes por la noche, el Beer House, un local grande y alto de chapa gris con un pequeño escenario para conciertos, mesas para sentarse a beber y una pista de baile, estaba a rebosar de gente que disfrutaba de una noche de fiesta en la colonia Comercial. Hacia la media noche, entró en el local un hombre borracho que empezó a molestar a algunas clientas y los agentes de seguridad del antro le expulsaron del lugar. Antes ya le habían echado de otros bares, aseguró el fiscal. El hombre salió muy enfadado y se dirigió hacia su camioneta de trabajo, de color rojo, dio marcha atrás y situó su vehículo frente al establecimiento.
Sacó el combustible y empezó a rociar la entrada del local. Luego le prendió fuego con un soplete, apuntan las autoridades, y huyó de allí mientras el fuego se comía la entrada y la gente pugnaba por salir de allí con vida. Las víctimas recuerdan con horror los momentos de angustia. Sylvia Ruiz, en conversación con Infobae, cuenta que al principio no les dejaban salir del local, aunque el humo ya les estuviera ahogando. “Empuje bien fuerte a alguien que estaba en frente. En la puerta alguien impedía la salida, pero dije ‘no, tenemos que salir’, porque ya me estaba ahogando. Así que empujé bien fuerte, tan fuerte que fuimos a dar al piso, pero afuera”.
El borracho huyó en su camioneta y la policía, tanto las locales como las del Estado de Baja California y las fronterizas con Estados Unidos, recibieron el aviso para atraparlo en caso de que le vieran. Le detuvieron esa misma noche. Varios ciudadanos identificaron el vehículo con el que el sujeto había conseguido darse a la fuga, llegaron hasta la casa en la que estaba aparcado, y allí descubrieron que había huido, con una mujer, en otro transporte diferente. Horas después estaba bajo el poder de las autoridades.
El Beer House, donde se dieron los hechos, no contaba con licencia, estaba operando de manera irregular, aseguró el director de Desarrollo Urbano y Ecología del municipio de San Luis Río Colorado, por lo que se espera que la justicia someta al establecimiento a su propio proceso para establecer las culpas que pudieran resultar. El bar abrió sus puertas en 2017. El Ayuntamiento tiene un registro de licencia de funcionamiento, pero en los siguientes años no se volvió a registrar permiso alguno, y tampoco contaba la aprobación de Protección Civil, el órgano encargado de revisar la seguridad y la existencia de medidas de emergencia en estos locales.