- Fue exhibido en medios dando un beso a una admiradora
EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.- En una reveladora entrevista con Gustavo Adolfo Infante, el reconocido actor Cristián de la Fuente abrió su corazón sobre los motivos que llevaron a la ruptura de su matrimonio de 21 años con la actriz Angélica Castro. El escándalo estalló el año pasado cuando imágenes del artista de 49 años siendo besado por una admiradora en un restaurante de la Ciudad de México se volvieron virales.
De la Fuente, quien se encontraba en compañía de su amigo Juan Soler en el momento del incidente, confesó que aquel beso fue un grave error que cometió públicamente y que tuvo consecuencias devastadoras en su vida personal. “Los primeros 20 años fueron maravillosos, hasta que en septiembre pasado cometí una estupidez al darle un beso a una mujer que no era mi esposa”, admitió con sinceridad el actor.
El intérprete expresó el duro peso emocional que cargó después de aquel episodio y el arrepentimiento que le embargó por haber lastimado a su familia. “Es muy duro dormir todas las noches con el sentimiento de que yo fui quien le hizo daño a mi familia y quien fracturó mi relación de más de dos décadas”, lamentó De la Fuente. “Perdí a mi familia, perdí ese núcleo que éramos los tres. Si bien tengo una relación con mi hija, recuperar la confianza o más que eso, es reparar el daño que le hice a Angélica Castro, que es la última mujer a la que me hubiera gustado dañar. Desde ese día ya no estamos juntos, y es duro”, resaltó.
El actor también reveló que ha intentado reparar las cosas con su esposa, pero admitió que no es fácil después de haberla humillado públicamente. “Ofrecí disculpas a mi esposa, y ahora estamos dándonos un tiempo para reflexionar. Será decisión de Angélica Castro si decidimos divorciarnos o no”, agregó.
Esta emotiva confesión ha conmovido a muchos seguidores de la pareja, quienes esperan que puedan encontrar la paz y resolver sus diferencias tras este difícil episodio en sus vidas. La historia de Cristián de la Fuente y Angélica Castro sirve como un recordatorio de cómo las acciones pueden afectar profundamente las relaciones más cercanas y valiosas.