Nueva York.– Estados Unidos superó ayer 100 mil muertes por Covid-19, por mucho, el saldo más alto del mundo, con la mayoría de decesos resultado del manejo político tardío y caótico de la pandemia.
Con ello, Donald Trump, quien declaró la guerra
contra un enemigo invisible
, se convirtió en el comandante en jefe que ha presidido el país sobre más muertes de estadunidenses que el total combinado de las bajas nacionales en las guerras en Corea, Vietnam y todas las demás acciones militares, incluidas las que continúan en la actualidad.
El saldo mortal del coronavirus es el total alcanzado en poco más de cuatro meses, superando por decenas de miles los pronosticados por la Casa Blanca durante las semanas recientes.
Expertos sostienen que el total seguramente es aún más alto, ya que no se cuenta con datos precisos a escala nacional.
De acuerdo con varias investigaciones recientes, la mayoría de esas muertes podría haberse evitado si el gobierno de Trump hubiera implementado medidas de cuarentena parcial y distanciamiento social dos semanas antes del día en que se ordenaron, el 16 de marzo.
Un estudio de expertos de la Universidad de Columbia, difundido hace una semana, señala que 83 por ciento de las muertes podría haberse evitado si las medidas se hubieran implementado el 1º de marzo; si la actuación de los gobernantes se presenta sólo una semana antes, habría por lo menos 40 mil fallecimientos menos.
Trump reiteró por medio de un tuit en lo que ha insistido en días recientes: que sólo fue por su gran liderazgo que se ha logrado que sólo 100 mil hayan muerto. Acusó a los medios de comunicación y a los demócratas de “propagar una nueva narrativa de que el presidente Trump fue lento en reaccionar al Covid 19. ¡Equivocados! Fue muy rápido…”
Joe Biden, probable candidato presidencial demócrata, comentó en un comunicado: Mucho de esto se podría haber prevenido si tuviéramos un presidente que escuchara a alguien más que a sí mismo
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Pero el día comenzó con Trump defendiendo su derecho de engañar. Intensificó la disputa por la acción de Twitter el martes, de insertar, por primera vez, avisos con vínculos que decían: Verifica los hechos
en un par de tuits presidenciales.
Trump declaró ayer, vía tuit, que eso era un atropello intolerable a la libertad de expresión y amenazó hasta con clausurar la empresa. Republicanos sienten que las plataformas de medios sociales silencian totalmente a voces conservadoras. Regularemos firmemente, o las clausuraremos, antes de que permitamos jamás que eso suceda
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El martes por la noche, Trump acusó que “Twitter está intefiriendo ahora en la elección presidencial de 2020… ¡Twitter está sofocando completamente la libertad de expresión, y yo, como presidente, no permitiré que suceda!”
En tanto, se siguen manifestando los múltiples efectos de la crisis. Millones de inquilinos en el país enfrentarán la pérdida de sus hogares al concluir las moratorias temporales en varios estados sobre el pago de rentas.
Sobre todo personas de bajos ingresos y las más afectadas por la ola de desempleo, cuyos beneficios de emergencia están por agotarse, enfrentarán la amenaza de ser desalojados en por lo menos la mitad de los estados del país, reportó The New York Times. Una experta en el tema pronosticó una avalancha de desalojos
en varias partes del país.
A la vez, Trump continuó insistiendo en realizar la convención nacional del Partido Republicano en agosto, sin restricciones de asistencia y actividades.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, respondió que se deberían evitar convenciones de gran escala y que la decisión final deberá estar sujeta a expertos y autoridades locales. No creo que haya nadie que diga a estas alturas que decenas de miles de personas deberían reunirse para una convención política, sin importar qué tan grande le infla el ego a alguien (en referencia a Trump). Es demasiado peligroso para tantos
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