CONGRESISTA DE EU: HAY QUE DEJAR ATRÁS LA VISIÓN DE ‘GUERRA FRÍA’ HACIA AL

Internacional

EL SINODAL DE TAMAULIPAS

Washington. Legisladores estadunidenses progresistas retornaron de su gira por Brasil, Chile y Colombia con el compromiso de promover una política estadunidense hacia la región basada en el respeto mutuo y, como enfatizó el diputado demócrata Joaquin Castro, superar el prisma de la guerra fría que prevalece entre algunos sectores políticos estadunidenses.

Castro, el legislador demócrata de mayor rango en el Subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, reportó, en entrevista con La Jornada, que la gira encontró un interés mutuo con gobiernos progresistas en los tres países “por una relación renovada y plena con Estados Unidos basada en el respeto para el liderazgo e instituciones de nuestros países”. Subrayó que “durante años nuestra política hacia América Latina fue definida por nuestra postura hacia Rusia, se hacía a través de un prisma de guerra fría, y tomamos algunas decisiones muy malas durante esa era”.

Explicó que “por años, en Estados Unidos suponíamos que cada líder derechista en América Latina era un amigo, y los apoyábamos, el gobierno estadunidense respaldó a Pinochet, a pesar de que era increíblemente brutal y represivo. Y también suponíamos que cada líder izquierdista era un enemigo, aun aquellos que estaban trabajando para construir su país y apoyar a sus pueblos”. Agregó que con ello, Washington, en el pasado, buscaba minar a los gobiernos de izquierda, “incluso hasta evitar que fueran electos… Y así no es como debemos operar ya, las naciones deben escoger a sus líderes”.

La delegación estadunidense de legisladores progresistas, la cual incluyó además de Castro a Alexandria Ocasio-Cortez, Nydia Velázquez, Greg Casar y Maxwell Frost y a la jefa de equipo del senador Bernie Sanders, Misty Rebik, dejó claro durante la gira que buscaban un cambio en la política estadunidense hacia la región. Casar, en una declaración por escrito sobre la gira, afirmó: “la política exterior de Estados Unidos ha contribuido con demasiada frecuencia a la inestabilidad en América Latina, cuando lo que deberíamos hacer es proteger la democracia, en lugar de apoyar golpes de Estado. Y deberíamos generar paz y prosperidad en todo el hemisferio occidental, en vez de repetir la guerra fría.”

En su escala en Chile, la delegación de legisladores, patrocinada por el Centro de Investigación Económica y Política (CEPR, por sus siglas en inglés), tuvo encuentros con el presidente Gabriel Boric e integrantes de su gobierno y otros progresistas, y visitaron el museo de la memoria enfocado sobre el golpe del 11 de septiembre de 1973. Esto fue importante, enfatizó Castro, ya que “hay un creciente movimiento en Chile de negacionistas y justificadores del golpe encabezado por Pinochet” que es muy preocupante. Subrayó: “nosotros en Estados Unidos podemos ayudar al ser transparentes y desclasificar tanta información (oficial) posible sobre todo los que sabemos, incluyendo el papel de nuestro país, así como lo que sabemos sobre otros países y sus líderes que podrían haber desempeñado un papel”.

Poco después de que retornó la delegación de su gira, el gobierno de Joe Biden desclasificó dos documentos nuevos de la CIA que formaban parte de las presentaciones diarias de inteligencia para los presidentes, en este caso a Richard Nixon, uno fechado unos días antes del golpe, otro el mismo día del golpe (https://www.jornada.com.mx/2023/08/26/mundo/022n1mun). Pero el gobierno estadunidense, unos 50 años después, se sigue negando a presentar otros documentos oficiales sobre el papel de Washington en el golpe, reporta Peter Kornbluh, director del proyecto sobre Chile en el centro de investigaciones National Security Archive.

En Colombia, la delegación, en su encuentro con el presidente Gustavo Petro, discutió el historico acuerdo de paz en ese país, fueron informados sobre el trabajo de la vicepresidenta Francia Márquez Mina sobre el medio ambiente y la igualdad, y se reunieron con el ministro de Justicia y Ley, Néstor Osuna, para enterarse de los esfuerzos por cambiar la estrategia antinarcóticos y dejar atrás de la llamada Guerra Contra las Drogas (tema que estará al centro de la reunión programada entre los presidentes Petro y Andrés Manuel López Obrador en septiembre).

Castro, diputado federal por Texas, quien visitó Chile y Colombia en la delegación, señaló que una de las partes que más gozó de la gira, fue la reunión con la vicepresidenta Márquez Mina. “Me encantó hablar con ella sobre su trabajo y el creciente reconocimiento del significado cultural y contribución de los afrocolombianos”.

Resumiendo la gira, Castro comentó a La Jornada: “fuimos recibidos con mucho entusiasmo, mucha calidez. Hay una memoria histórica de la intervención estadunidense en el pasado… pero a la vez, con esta nueva generación de latinoamericanos, creo que también existe una voluntad para relacionarse y trabajar con Estados Unidos”.

Las amenazas de Trump y de DeSantis no tienen mayoría

En la entrevista con este diario, Castro expresó preocupación en trono a declaraciones recientes de los principales precandidatos presidenciales republicanos Donald Trump y Ron DeSantis que reafirmaron su amenaza de utilizar fuerza militar estadunidense en México en la guerra contra el narcotráfico, señalando que no son propuestas ampliamente compartidas dentro de Estados Unidos. Pero advirtió que “las ideas políticas en nuestro país, como en otros lugares del mundo, pueden ganar ímpetu y apoyo dentro de un partido político y es algo que tomo muy en serio, y he estado advirtiendo eso durante varios meses”. Subrayó que “no es una política con la cual esté de acuerdo la mayoría de estadunidenses, y dentro del Congreso muchos de nosotros estamos trabajando para asegurar que las cabezas más frías y sabias prevalezcan sobre este tema”.

Como prueba de que hay indicaciones generales de un giro de la política estadunidense tradicional hacia la región, destacó la respuesta oficial al triunfo electoral de Bernardo Arévalo en Guatemala. “Es por ello que han visto que yo mismo y el presidente Biden, han felicitado públicamente a líderes como el presidente electo Arévalo, por ejemplo, en América Latina, que son de izquierda, como una señal para dejar claro” que no por ser de izquierda “en automático son enemigos de Estado Unidos”. Insistió que “siempre y cuando los líderes sean respetuosos de sus pueblos y de otros países, dejemos que gobiernen, que le gente seleccione a sus dirigentes, sin interferencia de Estados Unidos; y si esos líderes son de izquierda o de derecha, eso le corresponde cada país”.

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