Por Oscar Díaz Salazar
Denostar a un interlocutor que no es enemigo, ni rival, ni contrincante, ni siquiera adversario, es una mala practica que se fomenta desde la oficina de comunicación social del gobierno de Tamaulipas. Así es el trato que se le ha dado al dirigente del magisterio, Profesor Arnulfo Rodríguez, y por extensión a los trabajadores de la educación que se sumaron al paro de labores.
Culpar al ex gobernador Cabeza de Vaca, por lo que hizo y/o por lo que no hizo, es cada vez menos útil y creíble para justificar a un gobierno que esta a punto de cumplir un año, y no digo que Cabeza sea inocente, solo digo que los problemas ya son responsabilidad del actual gobierno, aunque no sean su culpa. Ejercer como gobernante implica asumir compromisos y obligaciones heredadas de otros gobernantes.
De la parte sindical, me parece correcto que aunque se pide la salida de un funcionario, ni se le ridiculiza, ni se le ofende, ni se la caricaturiza, ni se le denosta. Es claro que el Prof. Arnulfo Rodríguez prevé la posibilidad de tener que tratar y negociar nuevamente con la titular de la SET. La cultura política priista, vigente en nuestro Estado con la 4T, señala que un funcionario se mantiene en su puesto, mientras existan presiones externas y o mediáticas que demandan su salida.
Me pareció un buen gesto de parte del gobernador el presentarse en el plantón para saludar e invitar al dialogo a los maestros. Creo que se equivocó al hacer mención que no había amenazas para el dirigente magisterial y sus acompañantes. Si digo que no te amenazo, es fácil entender que si existe la amenaza.
Celebro que en los temas que pide discutir, con las autoridades, el secretario general de la Sección 30 del SNTE, esté el de las escuelas normales. Ojalá que se consiga la muy postergada creación de la Escuela Normal Superior de Tamaulipas.
A la parte oficial habría que reconocerle que las políticas de ingreso, permanencia y promoción de los maestros, en el sistema educativo, y en especifico la vigencia de USICAM, son apegadas a la ley, y son rescoldos de lo que fue “la mal llamada reforma educativa” de Peña Nieto, que en realidad fue una reforma laboral de aplicación al magisterio, y que sigue vigente.
Es un adeudo del presidente López Obrador, de la 4T y de morena y aliados, con los trabajadores de la educación, pues en la parte sustantiva, la reforma de Peña Nieto está vigente, tan vigente como el USICAM.
Kafkiano resulta ver que señalan a Arnulfo Rodríguez de estar al servicio del PAN; de como ponderan al candidato del PAN a la sección 30, al oponerse al paro; de como pretenden culpar al titular de gobierno, los mismos que defienden a la de educación; de como se volvieron oficialistas los que eran sindicalistas; de como atacan al líder sindical, los que ayer presumían fotografías con él; de como se escandalizan porque los actores políticos panistas, hacen política.
Esperemos que este problema se resuelva en los mejores términos y con los mejores resultados para las partes involucradas, que somos todos los tamaulipecos, pues a todos nos debe interesar la educación de las nuevas generaciones
