Gamundi
En los tiempos de gloria del priísmo, fue un importante funcionario estatal. Después de que su partido perdió frente al PAN, anduvo errando por diversos Estados de la República, se hizo consultor político y creó una casa encuestadora llamada Electoralia.
Es el siempre imitado, pero jamás igualado Ricardo Gamundi Rosas, el político de dientes de peineta, de Reynosa para el mundo, conocido popularmente como “El Negro Gamundi”.
Se ha vuelto tendencia en los últimos días porque fue llamado por gente cercana al Gobernador del Estado para que buscara una solución a la crisis institucional que impide el buen funcionamiento de la Administración Pública.
Por un lado, un Congreso con mayoría panista y un poder judicial controlado y manipulado por el cabecismo, por el otro, la necesidad de seguir adelante con los planes, proyectos y programas del nuevo gobierno que por ese motivo no termina de asentarse.
Gamundi fue visto por algunos actores políticos como la solución a tales problemas.
Me recuerda la promoción de aquella película gringa llamada Cobra (Cobra, The strong arm of law, por su título en inglés. Estrenada en 1986. Director: George P.Cosmatos. Protagonistas: Silvester Stallone, Brigitte Nielsen, Rene Santoni, Andrew Tobinson y Brian Thompson), cuyo slogan era: “Si el crimen es un delito, Cobra es el remedio”.
Posteriormente, hubo una película mexicana llamada “Es talón y Cobra”, con Manuel “El Flaco” Ibáñez parodiando a los personajes de Stallone.
Pero volvamos a nuestro simpático asesor político, que sí es talón y sí cobra, pero que al parecer, no fue el remedio contra el grupúsculo cabeciano que aún tiene presencia en el Congreso de Tamaulipas.
En un video que no sé quién demonios le grabó, pero que personeros del ex gobernador Cabeza de Vaca se encargaron de difundir, Gamundi está de relax, en un lugar privado, sacando todos los trapitos al sol, pensando tal vez que ese material no iba a trascender.
El chimengüenchón morenazo se empieza a descoser y asegura que fue invitado como asesor para arreglar los temas del Congreso y el Poder Judicial.
Asegura que recomendó se compraran diputados panistas para hacer mayoría calificada (se requieren 24 legisladores) y así solucionar todo ese intrínguilis que dejó el gandalla Cabeza de Res.
Pero asegura que no le hicieron caso.
Compara su oficio de consultor político con el de un doctor. El paciente va, lo diagnostica y le indica un tratamiento. Sin embargo, cuando el paciente llega a su casa, se mete a la cama con su mujer y esta le pregunta cómo le fue en la consulta. El paciente ignora las recomendaciones y por la mañana anda con chorrillo.
Después se supo que Gamundi renunció a seguir asesorando porque no atendieron sus recomendaciones de comprar diputados a billetazo como en su tiempo lo hizo el multicitado cabezón.
“Para eso es el dinero”,-termina diciendo en el video el controvertido personaje.
Hasta donde sabemos, el Gobierno del Estado prefirió irse por la vía legal, y gracias a otro tipo de asesores se pudo concretar la Junta de Gobierno, que sustituye a la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), por estar esta última cooptada por los panistas.
No hay que negar que Gamundi hizo historia durante varios años, siendo el hombre más poderoso durante la Administración de Tomás Yarrington y parte de la de Eugenio Hernández Flores.
Después fue echado en corrida de Tamaulipas y ahora vive cómodamente de sus rentas y de las ganancias que le deja Electoralia por hacer encuestas a pedido.
Nos quedamos con el refrán estilo Pegaso que a la letra dice: “Por tal razón ningún individuo aprecia a los de raza negroide”. (Por eso nadie quiere a los negros).