Neonazis
Lectores amados. Lectores queridos. Pacientes lectores, aunque sólo sean dos o tres.
Tengo algo importante qué decirles. Si tienen a la mano algún senador, diputado local o congresista, muéstrenle esta columna y díganle que se grabe en las más altas tribunas del País para conocimiento y gloria de las venideras generaciones.
¡Tan importante es lo que tengo que decirles!
¿Por dónde empiezo? ¡Ah, ya sé! Muchos se han asombrado por la extraordinaria precisión de Nostradamus, de Madame Blavadsky, de Los Simpson, de Mahoni Vidente, de Walter Mercado y hasta del Brujo Mayor cuando hacen alguna revelación del futuro.
Los profetas, videntes, oraculeros, pitonisos, vates, nigromantes, augures, brujos, chamanes, druidas, agoreros, futurólogos, arúspices, iluminados, magos, hechiceros, alquimistas, zahoríes y toda esa calaña de seres dotados para la adivinación, ya fueron ampliamente superados por mis dotes de clarividencia.
Con mucho tiempo lo anticipé. Es más, desde antes que el nazi tramposo, misógino y racista de El Trompas ganara la elección de Presidente de los Estados Unidos, ya les había ganado la delantera a todos los personajes citados ad supra.
Pegaso, yo mero, petatero, anticipé una serie de acontecimientos históricos que ahora son noticia a nivel mundial, entre otros, la violencia que se ha desatado en los Estados Unidos por la muerte de un afroamericano llamado George Floyd (Jorge Chancho en español) a manos de un policía supremacista blanco.
Lo que pasa es que en gringolandia, cuando alguien se mete con un negro, se mete con todos, por eso ha causado tanta irritación el accidente de Minneapolis, y amenaza con ser una segunda revuelta después de la que inspiró Martin Luther King, allá por los años sesenta.
Decía yo en colaboraciones muy anteriores, que con El Trompas de Presidente el mundo se encaminaba a un Cuarto Reich, que de hecho, ya está vivito y coleando.
Los neonazis, llamados ahora Skinheads, ku kux klanes, The White Pride, el Partido Nazi Americano, el Movimiento Nacional Socialista, la organización The Base y muchos otros más que tienen como fundamento la discriminación de todo individuo que no sea de raza aria o blanca, están presentes en cada rincón de ese país.
La intolerancia, ahora que hay un nazi en la Casa Blanca, se ha fortalecido en casi todas las naciones del mundo.
Si bien es cierto que en Estados Unidos es donde hay más agrupaciones de derecha radical, en México no cantamos las rancheras, y tenemos al Yunque como ejemplo más visible, identificado plenamente con el Partido Acción Nacional y los grandes empresarios.
Otros grupos nazis mexicanos son Las Águilas Blancas, Orgullo Criollo y alguno que otro grupúsculo estudiantil emanado del Tec de Monterrey, de la Ibero y de la Universidad de Guadalajara.
Las manifestaciones contra el odio, la violencia racial y la discriminación en Estados Unidos van en aumento. Minneapolis, Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Houston y casi todas las ciudades grandes de la Unión Americana empiezan a ebullir, mientras que El Trompas se regodea en su silla de la Casa Oval, viendo cómo su país se incendia.
Pero lo cierto es que es plan con maña porque en la campaña política que empezará pronto y donde buscará reelegirse por otros cuatro eternos años más, se alzará como el paladín que terminará con los disturbios sociales y meterá en cintura a todos los negros, mexicanos y White Trash (blancos pobres, basura blanca) revoltosos.
Si no, pa’l baile vamos.
Estados Unidos está al borde del colapso económico, luego de la chinga que le acomodó China durante la guerra comercial, y ahora con el coronavirus.
Las finanzas de ese país prácticamente penden de un hilo. Si a nosotros, los mexicanos, nos preocupa nuestra deuda externa, la de los gringos es inconmensurablemente mayor.
No creo que las manifestaciones de protesta por la muerte de George Floyd acaben aquí. Es como una bola de nieve que seguirá creciendo hasta que sea incontenible.
Muchas cosas hay que cambiar en el sistema social, económico, político y policiaco de aquel país, empezando porque allá los policías tienen patente de corzo y pueden matarte si te les quedas viendo feo, porque la Constitución los protege.
Pero si tú matas a uno de ellos, te hacen perro del mal y te persiguen hasta el infierno, como le pasó a Rambo en la película First Blood (Estrenada en 1972. Director: Ted Kotcheff. Protagonistas: Silvester Stallone, Richard Creena, Brian Dennehy, David Carusso y Bill McKinney).
O a Carlos Ibarra, cuando los rancheros texanos ofrecían recompensa por cada mojado que lograran matar al querer cruzar el río. En respuesta, Ibarra ofreció en son de broma 10 mil dólares por cada policía gringo muerto y se le vino encima la caballada. Vinieron en su busca los del FBI, la CÍA, la INTERPOL, el M16, la Fuerza Delta, la Fuerza Misión Imposible y hasta el HEB.
Ya mero lo agarraban como a Juan Charrasqueado, todo por un pícaro e inocente comentario.
Si digo que en los próximos días y meses los grupos neonazis en Estados Unidos se van a descarar, sería ganarles la delantera a los Simpson. Mejor me espero un poquito para que no digan que hago trampa.
En vista de lo anterior, los dejo aquí con el refrán estilo Pegaso: “De tez obscura, similar a mi capacidad cognitiva”. (Negro, como mi conciencia).