Machete
El mundo está loco, loco, loco: Nos han colocado al borde de una Tercera Guerra Mundial, aseguran que los extraterrestres ya están entre nosotros, que la Tierra es plana, piden la segunda venida de Cristo, quieren que se construya un nuevo templo en Jerusalén para hacer cumplir las profecías bíblicas y ahora, ¡hombres que ganan concursos de belleza de mujeres!
¡No maaaaa…no, noooo! -como decía “La Chimoltrufia”.
Lo digo y lo repito. Yo no estoy en contra de que los hombres se sienten mujeres y las mujeres que se sienten hombres, que se corten el pizarrín o se pongan uno, porque cada quien tiene derecho de hacer de su cuerpo un papalote.
Lo cuestionable es que quieran imponer su punto de vista a los demás.
A ver: Yo me siento Supermán. ¿Y por eso todos los demás me van a decir Klark Kent? Y si no lo aceptan ¿me voy a encabronar y los voy a demandar por “super-fóbicos”?
-Pe-pe-pero, Pegaso-diría alguien. No es lo mismo. Lo de trans solo aplica para cuestión de identidad de género.
Pero no. Cada día salen nuevos tipos de trans, por ejemplo, los trans-especie, que quieren pasar de seres humanos a animales y los trans-capacidad, que desean ser incapacitados sin serlo. Por lo tanto, ¡quién sabe que nos depare el destino a la vuelta de la esquina!
Por lo pronto, y antes de que nos alcance una bomba nuclear enviada por Rusia, comentaré que desde hace varias décadas, con el tema de la liberación femenina, las mujeres incursionaron en actividades que anteriormente eran exclusivas para hombres, como el boxeo, el futbol, la arquitectura, la ciencia y muchos campos más de la actividad humana. Ellas decidieron dejar la estufa, la escoba y los pañales para buscar nuevos horizontes, con todo el derecho del mundo para hacerlo.
Como respuesta, hace poco tiempo empezaron a manifestarse situaciones en las que los hombres invaden las actividades exclusivas de las mujeres. Empezaron haciendo concursos drag, es decir, sujetos vestidos grotescamente como mujeres, participando en concursos llamados “Drag Queen”.
Después se refinaron un poquito más, se hicieron la operación jarocha y se inscribieron en concursos de belleza femeninos.
Ya nada más falta que se quieran embarazar, como en la película Junior (Junior, por su título en inglés. Estrenada en 1994. Director: Ivan Reitman. Protagonistas: Arnold Schwarzenegger, Danny De Vito y Emma Thompson), donde un médico de nombre Alex Hesse, interpretado por el fortachón de origen austriaco, crea una droga llamada “embaracina”. Al ser negada la experimentación en mujeres humanas, decide hacerlo en sí mismo, logrando quedar embarazado y finalmente, dar a luz a un saludable bebé.
Pues bien, no conformes con verse como mujeres y sentirse como tales, ¡ahora compiten en concursos de belleza, ganando incluso a las mujeres más hermosas del mundo!
Esta aberración fue noticia mundial nuevamente, cuando “Miss” Marina Machete (hasta el apellido le quedó pintado), un hombre trans de 28 años, ganó el concurso de Miss Portugal, el pasado 5 de octubre.
No es el primero que logra tal “hazaña”. El primero fue un español llamado Ángela Ponce, en medio de una gran polémica.
La Machete competirá el 18 de noviembre en San Salvador contra otras 77 despampanantes y correteables chamaconas y otro hombre trans, de nombre Valerie Kolle, originario de los Países Bajos.
La pregunta que me hago es: ¿Por qué no hacer un concurso de belleza “Miss Trans” en lugar de meterse de cachirules en uno exclusivo para féminas? Hasta donde entiendo, la palabra “miss” quiere decir “señorita”, y no creo que aplique para un hombre, tenga o no la operación jarocha.
Otra cosa les voy a decir: Cuando un hombre se opera y realiza los trámites ante el registro civil para que su nombre sea el de una mujer, NO se convierte en mujer. Sigue siendo hombre.
Si quiere vivir en una ilusión, es cosa de él, pero no puede obligar a los demás a seguir con su locura.
Las cosas debemos tomarlas como son: Hombre que se transforma en mujer, es un HOMBRE trans, y mujer que se transforma en hombre es una MUJER trans. ¿Así, o lo explico con bolitas y palitos?
Un usuario de Facebook subió a su cuenta el siguiente comentario: “Este señor (foto de “Miss” Portugal) es la mujer más bella de Portugal, y va a competir con este otro señor (foto de “Miss” Países Bajos) para ver cuál de los dos es la mujer más hermosa del mundo”.
A mi generación se le llamó “Baby Boomers”, luego vinieron las generaciones “X”, “Y”, “milenials” y “centenials”, pero ahora parece que ya tenemos la “Generación Transformer”.
Termino con el refrán estilo Pegaso: “Y arribó como El Hombre de Acero, con la ropa interior sobre la prenda formal de vestir”. (Y llegó como Supermán, con los chones encima de los pantalones).