ACUSAN A DIRECTOR DEL ISSSTE DE ESCONDER EXPEDIENTE

Portada Reynosa

EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- Las patéticas condiciones físicas en que se encuentra la ex jefa de enfermeras de la Clínica “Dr. Baudelio Villanueva” del ISSSTE en esta ciudad, Mayra Patricia Mikel Cárdenas, pusieron de manifiesto la negligencia y crueldad humana del director de esa institución, doctor Juan Héctor Briseño González, cuando la mujer se presentó en silla de ruedas y en medio de incesantes y traumáticos dolores, sin que el sujeto de la peor caterva humana y ninguno de los inútiles integrantes del cuerpo de gobierno del hospital se atreviera a atenderla.

NEÓFITO E INHUMANO

El nuevo episodio de canibalismo del sátrapa funcionario que es una vergüenza para el actual régimen, volvió a repetirse ahora en presencia de medios informativos que testificaron los desplantes del mustio directorcete, a quien no le bastaron los clamores de dolor de su compañera que solo está reclamando que exhiban si expediente médico con todos sus documentos y estudios que se ha practicado en repetidas ocasiones, lo hagan llegar a Ciudad Victoria sin ninguna otra excusa, para que puedan concluir sus trámite para obtener su incapacidad total y permanente, una vez que lleva ya tres años muy delicada y discapacitada; hoy sin salario, ni siquiera el 50% al que tiene derecho, sus ingresos son de la venta de trastos y utensilios de cocina a través del internet; no completa ni para sus más elementales medicamentos y gastos personales.

VIOLAN SUS DERECHOS

Durante la exposición de su tremendo caso la enfermera Mikel Cárdenas, se plantó en su silla de ruedas, apoyada por familiares y amigos que la situaron en la explanada de la clínica del ISSSTE, donde enumeró una a una, las graves anomalías realizadas contra su persona, aplaudidas y fomentadas por el déspota funcionario.

“TOÑO” SEUDO DIRIGENTE

En la dramática odisea de la enfermera de 58 años de edad, en la que narró sus experiencias de 8 años como cubreturnos y sus 23 años como enfermera de base, Mayra, dejó por los suelos al delegado del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE en Tamaulipas, El zanguango Toño Zúñiga, a quien apoyó para que llegara a su cargo, pero ahora éste se niega siquiera a contestarle las llamadas al teléfono que le realiza diariamente para que la ayude a solventar su situación.

OBLIGADOS A TRABAJAR

En su exposición narró entre lágrimas y ayes de dolor de todo su cuerpo, cómo es que contrajo COVID 19, en el año 2021, cuando a pesar de que había un decreto que facultaba a los trabajadores enfermos para obtener una incapacidad médica a fin de evitar contagios, esa disposición superior, no fue respetada por el tal Briseño, quien obligó a todo el personal médico a acudir a trabajar, sin importarles sus vidas.

MURIERON POR SU CULPA

Consecuencia de esto, afirmó la denunciante, muchos empleados de la salud del ISSSTE, entre ellos la también enfermera Ana Montalvo, Armando Almora, el doctor Portales, Paula Elvira García, María Elena Blanco Chávez, el doctor José Armando Covarrubias Treviño y muchos otros más, sufrieron contagio y la mayoría murieron, mientras que otros quedaron en lastimosas condiciones, algunos en estado vegetativo como el doctor Covarrubias, quien tuvo a su cargo un incómodo cuarto que habilitaron como “covitero”, donde sin contar con las condiciones necesarias atendieron a muchos derechohabientes y los salvaron de morir a riesgo de su propia salud.

INSENSIBLES AL DOLOR

“Las secuelas motoras, con dolorosos espasmos, ya es lo de menos, ahora, carecemos de medicamento”, afirmó, pero nadie parecía escucharla, excepto el doctor Alfonso De León Perales, secretario general adjunto del CEN del SINAPTISSSTE, quien acudió a su llamado, mientras que el tal Briseño, se paseaba con otros sujetos que dicen que trabajan en la institución en diversas áreas como el sub director Andrés Arredondo Mijares, Polo Bello, Regino Bermúdez y otros empleados que reían estúpidamente a lo lejos, mientras el drama cundía a las puertas del funesto hospital.

HUYE COBARDE DIRECTOR

Cabe mencionar que cuando los periodistas acudieron a tratar de obtener una entrevista con el, en mala hora director, este huyó y se refugió en las letrinas del hospital, arrojando a un inerme guardia para contener la entrada de los medios de comunicación, mismos que por supuesto no cedieron a la arbitrariedad, toda vez que se trata de una institución médica pública.

PIERDE DERECHO DE RÉPLICA

Pasado un rato, desde el interior de su pestilente escondite, “el Doctor” Briseño, hizo una llamada a su secretaria para indicarle que invitara a los periodistas a una conferencia de prensa, el próximo viernes a las 10 de la mañana para dar su versión, misma que con dignidad fue rechazada, pues pierde valor el derecho de réplica, cuando se ejerce tiempo después y se asume además como si fuera este un favor que se realiza a los comunicadores.

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