EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Ciudad de México.- Tigres y Chivas se miden este fin de semana, reviviendo un pasado doloroso para el Rebaño Sagrado, ya que tras ir ganando 2-0 la Final del Clausura 2023, los felinos le dieron la voltereta; ese episodio tenía al exjugador y actual timonel Omar Arellano Nuño en un dilema de no saber a quién apoyar, pero consciente de que Robert Dante Siboldi se lo merecía.
Su gran amigo Siboldi
En 1995, Omar Arellano llegó a Tigres a pelear por la permanencia en Primera División; a su lado tenía a grandes figuras de la institución, entre ellas el portero Robert Dante Siboldi, quien hoy es el actual timonel de los auriazules.
El arquero uruguayo al igual que los demás jugadores, como Arellano, se mantuvieron firmes con el equipo a pesar de perder la categoría; hoy la vida parece haber premiado a Siboldi por su trabajo y su gran corazón, pues así es como lo ve Omar Arellano, quien en entrevista con mediotiempo, reconoce que envidia a su amigo por lo que hoy vive con la UANL.
“Guardo un respeto a Robert, que es un buen amigo mío, me da mucho gusto verlo en esa instancia, ha luchado mucho, sé lo profesional que es, imagínate lo que significa haber visto descendido (1996) al equipo, ascendido (1997) y ahora (en 2023) ganar un campeonato, un campeonato internacional (Campeones Cup), haciendo las cosas bien, una persona muy dedicada a su trabajo”.
“Yo me siento muy contento por Robert, porque sé lo que ha sufrido, lo que ha trabajado, ha picado piedra… lo felicito, no hay envidia de la buena, es envidia por lo que ha logrado, es muy meritorio”.
Anhela volver a dirigir en Primera
Arellano ha sido parte importante del Guadalajara, no sólo ha dirigido a fuerzas básicas del Rebaño, ya fue técnico del primer equipo cuando Jorge Vergara lo dejó al frente en el Clausura 2009 tras la salida de Efraín Flores, aunque fue un paso muy breve y en el Apertura de ese año, tomó las riendas del Necaxa, haciendo lo mismo que él vivió como jugar en Tigres, ya que ascendió en un año de forma automática, ganando los dos torneos.
Desde el Bicentenario 2010, cuando fue destituido de los Rayos, Arellano no ha vuelto a dirigir en el Máximo Circuito; eso sí, le ha ido aprendiendo en su carrera a grandes técnicos siendo su auxiliar, como de Javier Aguirre en el Atlético de Madrid, de Benjamín Galindo en Chivas, igual con Efraín Flores, de Marcelino Bernal en Pachuca, pero su deseo es ser el maestro.
Omar está muy contento por esa gran oportunidad que ha sabido aprovechar Siboldi, y aunque reconoce que no renuncia a su deseo de volver a dirigir en la Primera División, hoy se siente comprometido con Saltillo FC de la Liga Premier, con el reto de ascender a Liga de Expansión.
“Siempre, esa ilusión no se va a perder, pero que venga como consecuencia de hacer las cosas bien en la oportunidad que te dan; hoy me debo a Saltillo, que han hecho un gran esfuerzo por traerme y yo espero llenar las expectativas creadas por la institución, que Saltillo sea diferente en este torneo y que seamos un equipo protagonista, un aspirante sólido al ascenso».
¿Tigres o Chivas?
De 1985 a 1995, Arellano jugó con Chivas, equipo en el que debutó como jugador, y de 1995 a 1998 fue de Tigres; duró menos tiempo con los felinos, pero ese descender y ascender lo dejó marcado, por lo cual no puede inclinarse por un equipo.
“Un gran recuerdo, me dejó marcado, Tigres fue un parteaguas con el descenso, después al siguiente año con el ascenso, Tigres empezó a crecer, ha ganado campeonatos… Siempre la ilusión sea en Tigres o en Chivas, en cualquier parte, y aquí mismo, pensar en un ascenso a la Liga de Expansión, ser yo una parte importante en eso, en los jóvenes, Saltillo es una ciudad muy futbolera, muy Chiva”.
Recuerda el inicio de la mejor afición
El mote de la mejor afición de México se lo ganaron los seguidores de Tigres por ese fenómeno que fue estar en la Primera División A y llenar siempre el estadio; desde entonces, el Volcán se pone a reventar.
“Tengo ese recuerdo de que estábamos jugando a seis grados bajo cero y el estadio lleno, partido a partido era estadio lleno; éramos el equipo a vencer y ganamos los dos campeonatos y ascendimos automáticamente”.