Los alcaldes y sus herederos
CACÍQUES.-Como en antaño, cuando los cargos públicos se heredaban entre familiares—algo que ya no debería tener cabida en una democracia que se supone modernizada—el alcalde morenista de Madero, Adrián Oseguera Kernion, trae la firme determinación de que sea su hermano Abel, quien lo suceda en la alcaldía.
Abiertamente, sin rubor alguno, el edil maderense lleva ya algunas semanas promoviendo abiertamente a su consanguíneo para que sea el candidato con que Morena busque mantenerse como gobierno en ese municipio.
“La prioridad es darle continuidad a la esperanza y al desarrollo del municipio”, dice el discurso del alcalde, con su hermano siempre a su lado.
Desde luego que tal situación trae enojados a otros liderazgos que llevan meses trabajando en territorio, confiados en aquellos que les han venido reiterando desde la dirigencia nacional morenista que los candidatos saldrán de una encuesta transparente y sin dados cargados..
La molestia es por dos razones: una, porque desde la misma alcaldía le andan haciendo promoción al hermano Abel; y otra, porque el presidente municipal ha hecho correr la idea de que ya todo está definido.
Tan molestos andan los grupos morenistas que hay algunos que ya están pensando en tocar puertas en la oposición, particularmente en el PAN.
BOICOT A GRANADOS.- A propósito de alcaldes, el de Matamoros, Mario Alberto, “La Borrega”, López Hernández, anda dispuesto a cerrarle el camino al diputado, José Alberto Granados, en su propósito de convertirse en el candidato para sucederlo.
Aunque el legislador parece tener el aval desde palacio de gobierno para ser el “gallo” morenista, “La Borrega” ha desplegado toda una campaña mediática para boicotearlo.
Desde el área de comunicación del mismo gobierno municipal se está operando toda una estrategia para demeritar las virtudes o méritos que pudiera tener el diputado. Parte de esa estrategia es promover a otros actores políticos que tienen el respaldo del edil.
“Cualquiera menos Granados”, pareciera que dice el alcalde fronterizo. De ese tamaño es el ego que trae desde el 2021, cuando en la búsqueda de la reelección se convirtió en el más votado. También quiere definir a su heredero.
Ahora que, la verdad de las cosas es que, “La Borrega” tiene los medios necesarios para hacer perder o ganar a quien vaya a ser el candidato, lo cual significa que, si desde las jerarquías modernistas le imponen al abanderado, el partido corre el riesgo de derrota frente al PAN o PRI.
PLEITO EN TAMPICO.- También en Tampico, Morena tendrá que operar finito para elegir al personaje que intentará la hazaña de arrebatarle el gobierno municipal al PAN.
Ese municipio es, con mucho, un poderoso bastión panista, por la ejemplar administración encabezada por Jesús “Chucho”, Nader, como lo demuestran las recurrentes encuestas que lo colocan como uno de los mejores alcaldes del país.
Bajo esas condiciones, si realmente quieren tener posibilidades de triunfo en las urnas, las dirigencias morenistas, la estatal y municipal, tendrán que ser muy cuidadosas al momento de elegir a su candidato o candidata.
Primero, para que el abanderado sea realmente alguien con méritos y capital político que lo hagan competitivo; y segundo, para que al momento de la selección no sea vaya a fracturar el partido y con ello se ocasionen escurrimientos de militantes hacia otros partidos.
Algunos dirán que las candidaturas se elegirán por encuestas, pero nosotros insistimos que en los hechos las decisiones se siguen tomando en las cúpulas. El gran problema para las jerarquías guindas es que, Tampico es el municipio con más aspirantes a la candidatura, con el añadido de que todos presumen tener al padrino más influyente.
Hasta el momento, los bonos siguen favoreciendo a la actual presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado, Úrsula Patricia Salazar Mojica, sobrina del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
ASI ANDAN LAS COSAS.
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