Por Hugo Reyna/ EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- La alegría ha vuelto, las sonrisas de los consumidores de bebidas embriagantes en Reynosa es imposible de contener al observar el arribo de camiones repartidores de las empresas cerveceras que proceden a reabastecer los anaqueles de los comercios, que por varias semanas la restricción por la Pandemia por Covid 19 impuso, causando días oscuros, angustia e incertidumbre.
Empero, aun en medio de la emergencia sanitaria la sed fue saciada –aunque a un costo muy elevado-pero hubo oportunidad de consumir, se tuvo el privilegio por encima de aquellos que emprendieron vigilas interminables afuera de las tiendas en espera de cargamentos de cerveza, que nunca llegó.
Con el regreso a la normalidad y reactivación económica en el país, nuevamente por las calles transitan los camiones repartidores de cerveza, despertando la felicidad de más de uno que incluso asumen una suerte de “custodia vigilante” al seguir a las unidades a su destino y ser los primeros en comprar cerveza.
La sequía ha hecho precavidos y buenos administradores, hoy se compra cerveza como si fuera a celebrarse algún evento social en casa, grandes cantidades- como reserva- en caso de que la pesadilla del desabasto regrese.
Nuevamente las latas generosas se enfrían en la intimidad de la casa, después de traerlas de la tienda y adoptarlas como parte de la familia, es el gusto de quienes consumen y esperaron una –aparente eternidad- para volver a darse ese gusto que brinda la certeza y seguridad de ir a la nevera y poseer una bebida virtuosa en sus manos, la Pandemia y las que vengan. Bien lo valen.
