MUCHA TELA DE DONDE CORTAR EN LA IV T
El gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, anunció que habrá cambios en su equipo de colaboradores. No dio mas señales. Sólo señaló la sacudida que viene en su red de trabajo gubernamental. El gabinete está en ascuas; se pregunta, como aquellos apóstoles que replicaron a Jesús cuando en el ambiente se olfateó el tufo de la traición:
¿Seré yo maestro?
De concretarse el anuncio de Villarreal Anaya, ¿cómo se tomaría la decisión?
¿Qué criterios deberán usarse para despedir a funcionarios que se dicen eficaces y leales servidores de la IVT?
Como toda empresa, pública o gubernamental, los que no sirven, los que no aportan, son los más frágiles al momento de un ajuste para mejorar.
¿Quiénes se quedan y quiénes se van?
Los que permanecen: quienes más rinden, quienes más producen, quiénes entienden y cumplen con su tarea y quienes han mostrado lealtad a toda prueba a la institución que sirven.
No es tan complicado medir la eficacia de las piezas gubernamentales de la IV T tamaulipeca. Se nota; está a la vista; se ubica en la superficie.
Como es igualmente de sencillo, señalar a los elementos que han ejecutado sus asignaturas con deficiencia y mala gana.
Enumeremos, en orden de impericia y de inoperancia:
1.- Sin duda, la medalla de oro en ineficiencia y en colgarle serios y continuos problemas a la administración estatal de AVA, son Los Tachos. Desde hace más de un año, han exhibido sus extremadamente chafas prendas de leguleyos. Monopolizaron el trabajo legal desde la Oficina Jurídica del gobierno estatal, sólo para enredar más los problemas que esa dependencia debió resolver. Ninguna área del gobierno, fue capaz de aportar esa extensa urdimbre de fallas y tropiezos al Ejecutivo estatal.
Enumerar los errores de Atanasia Contreras y Luis Beas, daría para una enciclopedia de varios tomos. Tacha al lado de la IV T, se inauguró con una pifia escalofriante: puso a AVA, en un tris de que el Senado de la república, lo nombrara inelegible como gobernador ante la estulta propuesta de sugerir su regreso al Senado, siendo ya gobernador electo.
¿Otras ideas erráticas de los Tachos?
Seguirle, sería como mostrar mala fe contra los exquisitos Tachos.
(Por hoy, ahí la dejamos).
Eso sí: no se ve, ningún otro personaje en el equipo de Villarreal Anaya, que puede competir en eso de cagarla, contra los Atanasios.
Son inobjetablemente, los campeones del escalabro.
2.- La Secretaria de Educación del Estado de Tamaulipas (SET), Lucía Aimé Castillo Pastor, no canta tan mal los tangos en asuntos de eficacia y de operatividad. Con un poco más de esfuerzo, seguro empata y rebasa a los Tachos. No sólo tiene un desbarajuste en la responsabilidad que le asignaron -no paga a tiempo a los profesores, las mejores plazas y compensaciones, son autorizadas para sus más cercanas e íntimas amigas, autorizó a Cuca Varela operar todos los negocios turbios en la SET y realiza estropicios en la estructura educativa como asignar más personal administrativo que docente en las escuelas y miles de etcéteras-; también ha generado con su indolencia y su incapacidad una agobiante ingobernabilidad en el estado, al insistir en el enfrentamiento con la Sección XXX del SNTE.
De hecho, la primera crisis de ingobernabilidad, la generó la insensibilidad de Castillo Pastor para generar empatía con el magisterio tamaulipeco.
Con el riesgo de parecer misógino: dos mujeres, -Tacha y Aimé- han provocado sendas situaciones de crisis gubernamentales. La primera, puso en riesgo la elección de AVA; la segunda, -el pleito de los profesores- llevó a preocupar al gobierno federal.
La titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, Ninfa Cantú Deándar, es una bebita de pecho comparada con Tacha y Aimé. No atiende su tarea; llega el martes a ciudad Victoria y regresa el jueves a Nuevo Laredo, de donde es oriunda. Sus subalternos, hacen y deshacen en la dependencia, y nada para bien.
En fin…
Se nota: la IV T, tiene mucha tela de donde cortar.