Navidad para niños autistas
“Consideremos que el amor es el mejor alimento para el alma, pero sobre todo para el corazón de los niños, ya que les ayuda a que su autoestima crezca, a que su identidad se fortalezca y a que su personalidad le permita convertirse en una persona segura de sí misma”, con este mensaje la Sra. Lucía Rodríguez de Gattas, Presidenta del DIF Victoria, festejó la magia de las posadas navideñas.
En donde convivió con los niños autistas que acuden al CADIF Victoria, a tomar sus terapias, así como también infantes de los Centros Asistenciales CAIC, la Guardería DIF Victoria.
En esta fiesta participaron en divertidos concursos, así como de la presentación del teatro Guiñol, se les agasajaron con bocadillos, postres, churros, regalos y sorpresas para todos los niños.
En fin retozaban de alegría, no paraban de jugar y además dieron muestras de los avances profesionales de las terapias que reciben en este bondadoso CADIF, ya que alumnos autistas dieron funciones de “Teatro Emocional” en el cual muestran los avances profesionales que les imparten en sus terapias.
En este jolgorio de felicidad infantil, los festejados fueron acompañados por sus familiares que también disfrutaron de la magia de la sonrisa de los reyes de la casa, además recibieron regalos pedagógicos los cuales tiene doble función denominada “jugando y desarrollando el potencial humano”
Poder ver la sonrisa de un niño es el mejor regalo de amor, de magia y de luz de este mundo, porque cuando un niño se divierte, se siente bien y se sabe querido ilumina al resto de la humanidad guiñándole un ojo a la esperanza.
Pues esta esfera afectiva acabará con los miedos y les ayudarán a desarrollarse de forma equilibrada, a convertirse en adultos que sabrán amarse a sí mismos porque su sentido de pertenencia fue privilegiado y por tanto, también sabrán amar a los demás.
Y es que los infantes crecen en muchos aspectos, físicamente, cognitivamente y también lo hacen emocionalmente, y si están bien fortalecidos esto les enseñará a practicar la empatía, el amor y el respeto, ya que se aprenden y se forjan cuando se reciben de otro.
Y es que vivir con niños autistas, es una oportunidad única en la que ángeles de “corazón azul”, nos dan lecciones de vida y además nos acarician con su amor en este diario vivir.
Y para fortalecer a los niños con condición del TEA, el Sistema DIF Victoria cuenta con el Centro de Estimulación Multi Sensorial (CEMS), optimizado para estimular todos sus sentidos.
Estos espacios son diseñados con diferentes luces, olores y texturas, con las cuales, les ayudará a desarrollar sus sentidos, así como una mejor coordinación y una positiva habilidad de pensamiento para una interacción personal con el mundo que los rodea.
Y es que en el CADIF Victoria, los niños autistas son vistos desde el corazón, van con todas las pilas para mitigar las preocupaciones de los padres de familia que tienen chiquitines en esta condición, y que requieren de ayuda profesional para llevar la vida diaria.
A decir verdad, sus terapeutas son ángeles con vocación para instruir tanto a los menores como a los padres de familias en estas tareas menesterosas que viene a ser un alivio emocional para sus familias.
Amable lector, le comento que las Psicólogas, que laboran en este espacio educativo, tiene virtudes que aplican en sus técnicas de aprendizaje con estos pequeños, que son empatía, sensibilidad y mucha solidaridad.
Y con todos sus conocimientos y estrategias para disminuir el estrés o la ansiedad, miedo o angustia en menores con esta condición de autismo, continuarán trabajando a favor de los infantes que lo necesiten.
Un pequeño en esta condición, nos enseñan muchas cosas a los adultos pues muestran su corazón, pueden llegar muy lejos; todo depende de nuestro apoyo, ya que las limitaciones del TEA de ninguna manera representan un impedimento; sí un obstáculo que con ayuda y perseverancia un niño puede superar y así alcanzar sus sueños.
Deba usted saber que las personas con autismo pueden demostrar habilidades excepcionales en las matemáticas, ciencias o artes, nunca subestime a un menor autista, anímelo a desarrollar su potencial humano, aunque no diga nada o no responda, regálele una sonrisa, si se comporta inadecuadamente no le grite, háblele siempre con cariño, el autismo se vive con tres ingredientes principales, amor, paciencia y dedicación.
Nos vemos en la próxima
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