TREN
Ahora que ya inauguró “El Tren Maya” el Cabecita de Algodón, también conocido como #YaSabenQuién y El Rorro de Macuspana, debería alguien darle la idea para que haga uno acá, por el norte de Tamaulipas. Lo llamaremos “El Tren Comecrudo”, porque lo único que había por estos lugares antes de la Conquista eran unos cuates en taparrabo que se dedicaban a cazar venados, tlacuaches y armadillos para sobrevivir, conocidos precisamente como los “Comecrudos”.
Llegue hasta ALMO el proyecto del “Tren Comecrudo” para fomentar el turismo en la región que comprende los municipios de San Fernando, Matamoros, Valle Hermoso, Río Bravo, Reynosa y toda la Ribereña, hasta Nuevo Laredo.
Si así lo hiciere, tendría garantizados chorromil votos para su candidata Claudia Chiquitibum.
Hablando en plata limpia, en estos cinco años y meses que lleva nuestro Pejidente peyendo la silla presidencial, hay cosas buenas y cosas malas.
No podemos tener una mente tan reducida como para odiar al viejón nomás porque los chairos lo idolatran.
No. Hay que ver lo que se ha hecho bien y lo que se ha hecho mal.
Algo de lo bueno que sí es necesario reconocer en este Gobierno de la Cuarta Transtornación es que la inflación se mantiene en niveles relativamente bajos.
Tampoco se ha devaluado la moneda y el salario mínimo se incrementó sustancialmente, aunque salario mínimo no es lo mismo que salario real.
Por el contrario, algunas de las cosas negativas que han ocurrido en este lustro son:
1.- La inseguridad. Darles todo el poder y los abrazos a la delincuencia organizada los ha empoderado. En Estados Unidos se considera a México como un narco estado, y pienso que no están muy alejados de la realidad por todo lo que hemos visto.
Besarle la mano a la mamá de El Chapo y luego asistir a su velorio para derramar amargas lágrimas, es una señal delicadísima que nos debe situar en la realidad: El Pejidente tiene grandes e inconfesables compromisos con los delincuentes.
Estudios que se han hecho arrojan que en países alineados al socialismo, el Gobierno y el Crimen Organizado van de la mano.
2.- La educación está pa’l perro. Recientemente la Evaluación PISA nos ubicó en el lugar 51 de 80 países evaluados. Los chamacos salen de la secundaria sin saber multiplicar ni escribir.
3.- El tema de la salud da tristeza. Al principio de su mandato, ALMO decía que íbamos a estar mejor que Suiza en salud, pero vemos con tristeza que en los hospitales públicos no hay ni mejoralitos para mitigar las necesidades de los mexicanos.
4.. La corrupción sigue. Solo quien no lo quiera ver o que esté más ciego que Stevie Wonder diría que no la hay. Se puede asegurar que existe tanta corrupción como en los mejores tiempos del priísmo. Si no, vean los negociazos que están haciendo los hijos del Pejidente.
5.- El país está dividido. Por un lado los chairos y por otro, los fifíes. El cabecita de algodón está confiado en que aún lo apoya el 65% de los mexicanos. Sin embargo, ese sector de la población lo compone principalmente el Pueblo Bárbaro, el narcopueblo. Somos una sociedad completamente infiltrada por la narcocultura. Ese es realmente el Pueblo que lo apoya, no la Sociedad Civil.
Vi ayer una foto de dos rechonchas mujeres que que utilizaban un casco de obrero, sosteniendo una pancarta con color anaranjado chillante fosfo-fosfo con la leyenda: “Viejón, nunca nos fallaste. ¡Eres un chingón!”
Y sí. Efectivamente. ALMO se ha consolidado como un manipulador chingón, que juega a su antojo con las necesidades y la mente de millones de personas a las que da limosna para que lo sigan, lo apoyen y lo idolatren.
Por cierto, “El Tren Maya” es considerado como un gigantesco ecocidio por la gran cantidad de árboles talados y la afectación a la fauna nativa. Es como si alguien llegara a tu casa y le pusiera una barda a la mitad. Se mutila el ecosistema reduce drásticamente la movilidad de los animales.
Ni hablar. Como dice el refrán estilo Pegaso: “En demarcación territorial autónoma en posesión de invidentes, el individuo sin un glóbulo ocular se constituye en monarca”. (En país de ciegos, el tuerto es el rey).