La Comuna/ Por José Ángel Solorio Martínez

Opinión

Triunfa el PAN porteño, sobre el PAN reynosense

El alcalde tampiqueño, Chucho Nader, se llevó todo para su establo. Dejó en el camino las presiones, del panismo fronterizo -los hermanos Cabeza de vaca y socios- y exhibiendo el mayor músculo político de los panistas de la entidad, instaló como candidatos a puro cuadro suyo.
Los Cabeza de Vaca, con su candidato a la alcaldía el diputado local, Mon Marón, fueron desplazados por la fuerza regional del hombre fuerte del panismo sureño.
No sin obstáculos, Nader logró para si la candidatura a la diputación federal; para González Azcárraga la postulación a la alcaldía y para las diputaciones locales del puerto a Pepe Schekaibán y Magdalena Peraza Guerra.
Gigantesco reto para los aspirantes de la IV T jaiba.
Magnífico desafío para MORENA, que con la emergencia vigorosa de Chucho en el paisaje de la comarca del golfo -casi se da por hecho la pérdida del par de diputaciones locales y el escaño federal- que pone a un paso el descalabro del lopezobradorismo para obtener una mayoría absoluta -las dos terceras partes del pleno parlamentario, para reformas de fondo, constitucionales- en el Congreso local.
El empoderamiento del aún alcalde de Tampico, disminuye el poder que en forma total -y totalitariamente- ejerció el ex gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca.
Cielo mar y tierra, movieron los hermanos Cabeza de Vaca, para imponer la candidatura de Mon Marón -antiguo aliado de Chucho, que cambió camino por vereda: abandonó la sombra de Nader para irse con CdeV-; tanto les interesaba la ciudad, que Ismael García Cabeza de Vaca, se metió de lleno a la precampaña del legislador Marón.
Esa conducta, generó severos roces con el jefe edilicio.
Chucho, aguantó la ofensiva.
Resistió, y salió con el brazo en alto.
No resultó tersa la pugna entre el panismo porteño y el panismo reynosense.
Nader, tuvo que jugar con tres cartas: su esposa Aída Féres, Rosa María González Azcárraga y Pepe Schekaibán.
El par de damas, jugaban la eventualidad de que el CEN del PAN, asignara la candidatura a mujer. Pepe, fue la carta principal del panismo encabezado por el alcalde tampiqueño.
La titular del DIF municipal, resultó un señuelo.
Los fraternos Cabeza de Vaca, se conformaron ante el escenario cuesta arriba, con la candidatura de Magdalena Peraza Guerra, una pragmática política sureña que pone su corazón al mejor postor. Es decir: hasta esa candidata, es un sofocón para los CdeV.
Conforme pasa el tiempo, el fronterizo ex gobernador, se ve cada día más solo.
La pérdida del sur, es sólo el comienzo.
Flota en el ambiente sociopolítico, la virtual ruptura entre la pandilla reynosense y el Truco.
De ser cierta esa presunción -que la es- este 2024, sería el inicio del desmantelamiento de la ganga -dicen los pochos- de los CdeV.
Otro indicio del debilitamiento del cabecismo en la región, es la reaparición de Lety Salazar, quien va por la alcaldía de Matamoros.
Y…
asómbrese: es otro factor adverso para los CdeV, toda vez que hasta a chirona mandó a uno de sus más amados socios.
¿Recuerdan a Luis Biasi?
La aparición de esos factores en las micro-regiones tamaulipecas, no parece ser otra circunstancia: la real debacle del liderazgo de Francisco García Cabeza de Vaca.
La mala noticia para la IV T: se ve en chino, la obtención de una mayoría absoluta en el parlamento tamaulipeco.
La buena nueva: llegarán al Congreso -representantes de Nader, Truco y Lety- diputados azules con mayores capacidades de diálogo -exceptuando, Ismael Cabeza de Vaca y Gerardo Peña-.

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