¡El fatídico plan C!
Lo que la 4T y sus aliados cocina se llama entre otros nombres Plan C, que consiste en abrir el abanico con personajes de cierto arrastre popular, pero con una larga cola en delitos electorales y algunos con juicios abiertos en Estados Unidos.
La inclusión al Partido Verde de Eruviel Ávila, Jorge Carlos Ramírez Marín, que públicamente dieron su apoyo a Claudia Sheinbaum, no es otra cosa que una de las vertientes del PLAN C de presidente de la república, donde de manera política acepta el pasado de ese PRI corrupto que tanto ataca, lo hace de manera pública, pero otro lado, acepta de estos mismos grupos el respaldo a su proyecto transexenal.
Por este motivo cobijados por el partido Verde, la mafia del poder como lo expresa el mandatario estatal aparecerá en muchas boletas electorales, con la finalidad de quitarle votos al PRI en la Alianza, que mantiene con el PAN y la sociedad civil, en el Frente Amplio por México.
Ahora bien, todo en política es relativo, la inclusión de Eugenio Hernández en la listas para competir por el senado, es una arma de dos filos, primero ni el Verde, ni los escurrimientos del PRI, tienen para ganarle al Frente, la competencia real seria la Alianza y la Coalición, y si uno de estos dos frentes ocupa su tiempo y estructuras en salvar una elección de un partido aliado, desviaría sus recursos a otro segmento que podría hundir sus aspiraciones y quedarse como el perro de las dos tortas.
Es un juego arriesgado que también nos trae varias lecturas, la primera que Morena ya conoce los números de las encuestas privadas, esas que no se publican, pero que son la base para tomar las grandes decisiones, y seguramente el panorama no le es muy halagador, por eso la estrategia de dividir el voto en varios frentes, para que la sociedad civil organizada no se vuelque sobre un solo perfil, y permita al morenismo, ir y caminar de manera tranquila.
Pero como lo escribimos aquí hoy, es un plan con mucho riesgo donde, de tener todo, o parte de un todo, podrían quedarse solo con migajas, con minorías de no darse las cosas como la coalición lo espera al incluir personajes priistas a la batalla, como lo apuntamos, hay sumas que restan.
Si bien es cierto que, en Tamaulipas, Geño Hernández es un personaje hasta cierto punto popular, también cabe apuntar que su generación es parte del pasado reciente, donde la lucha que enfrentará la hará sin los recursos que se acostumbraban cuando él fue mandatario y en las manos del Negro Gamundi, su operador de cabecera depositaba las contiendas electorales.
Los tiempos cambian, hay vertientes que analizar, por ejemplo, el apoyo de la columna en Villa Hidalgo y la región, se tendrá que dar a otros personajes para su elección, los actuales alcaldes, no podrán reelegirse por Morena, solo sería por el PAN, en el caso que busquen esta posibilidad, la ley es muy clara en este sentido.
Además de eso grandes regiones están aún gobernadas por la alianza, como Tampico, y una férrea disputa en ciudad Madero, donde el actual alcalde Adrián Oseguera, intenta colocar a su hermano en la boleta electoral, y en esta región otro personaje es también fuerte para la elección, el abogado Andrés González.
Ahí el panorama para el Morena no es del todo bien, además de que Tampico, va seguro a una continuidad del panismo por sus excelentes resultados de la mano de Chucho Nader, en seis años de administración municipal, donde el Puerto se ve realmente su cambio.
Algunos personajes del viejo PRI ahora están en el Verde, unos no quedan duda que de algo servirán, pero los más, serán una carga para en morena, que desde punto tendrá que remar contra corriente, y hacerse cargo de sus estructuras propias, de sus aliados y de la posibilidad de cargar con un posible derrota en un Plan C, que aún no se conocen resultados.
La apuesta es ganar, ganar, sin embargo, su resultado podría ser inverso, y darle una oposición, y con esos datos claro está que en la competencia presidencial los números están muy cerrados, y solo así se entiende la pulverización de candidaturas en los partidos aliados de la 4T.
Es cuánto.
De Aquello y lo demás…
Los dos grandes bastiones de Morena en Tamaulipas son sin lugar a duda Matamoros y Reynosa, donde la ciudad más grande del estado aporta el 23% del padrón electoral, y la segunda aporta el 19%; juntas estas dos ciudades definen la elección en la entidad.
Por esta razón es poco entendible, que Morena aun dude en las candidaturas en estas ciudades, donde claro está que la figura preponderante en Reynosa es el actual alcalde Carlos Peña Ortiz, que sobrepasa el 53% de las preferencias electorales, dejando claro el trabajo y su crecimiento político en estos más de dos años de ejercicio municipal.
El edil Peña Ortiz, es el adversario para vencer en todos los frentes, de manera interna no tiene a nadie que le iguale en preferencias, ni siquiera todos juntos de los que aspiran en el partido guinda, y por la parte rival, mucho menos, aun no hay un personaje que igual o de competencia, entonces salen las dudas, porque el morenismo, aún mantiene una lucha interna, sabiendo los números del alcalde y su posible reelección sin tener contratiempos.
Este mismo fenómeno se da en Matamoros, donde el maestro Mario López, es quien en 5 años y medio ha hecho del Puerto el bastión de votos guindas, sin embargo, los grupos de Morena en las cupulas lo han dejado sin la posibilidad de elección, y dejan a la apuesta de que con la pura marca sacan cualquier perfil triunfador, aun no despierta el tigre, y ya se sienten con derechos divinos, pero no es así, la relatividad de una elección puede cambiar, con fenómenos ajenos a los gobiernos en turno.
La disputa es férrea, y si el alcalde no es tomado en cuenta para una elección municipal, la ruptura será la peor salida para un triunfo que parece anticipado para la 4T.
chanorangel@live.com.mx