CUADRANTE POLITICO/ POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

Opinión

ARNULFO , FLOJITO Y COOPERANDO

Los refranes campiranos suelen ser muy agudos y contundentes.

Juntaron al palo a Arnulfo, fue lo que más se escuchó decir, hace unos días entre los círculos sindicales del magisterio tamaulipeco. Lo citaron en Tampico para que desde ahí se le cuadrara a la 4T, en la ruta hacia la mega elección de junio.

¿La evidencia?

Una foto donde el dirigente formal de la sección XXX, aparece con cara de mascota regañada, acompañando a sus amos políticos: el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, y el líder nacional del SNTE Alfonso Cepeda Salas.

Es cuestión de hacer un poco de memoria.

Fueron estos dos factores del power tamaulipeco y del magisterio nacional, quienes frenaron en 2023 al otoñal personaje, cuando pretendía tomar por asalto el barco educativo de Tamatán, mal asesorado por los piratas de la nómina sindical, Ulises Ruiz Pérez y Jorge Guadalupe Acuña.

A estos dos niños del coro arnulfista, se les hizo fácil doblar al sexenio del doctor Villarreal Anaya, y su primer paso fue exigir la renuncia de la titular de la SET, Aimé Castillo Pastor. Nunca lo hubieran hecho, porque Américo, (descrito por el mismísimo Presidente AMLO), “es un gobernante honesto”, y por lo tanto, no se dejo chantajear por los lugartenientes arnulfistas.

La renuncia de Castillo Pastor jamás se dio, y algunos dicen por ahí que en lugar de debilitarla, la fortalecieron.

Los sucesos posteriores, son historia contada: el falso movimiento magisterial se desinfló tan fácil , como había empezado. Y ART y sus “genios” de la estrategia, perdieron una gran parte del capital político, que habían ganado durante las elecciones internas, cuando a través de maniobras y grillas, lograron vencer a los maestros Abelardo Ibarra y Naif Hamscho Ibarra.

Fue a partir del malogrado movimiento sindical, que la carrera política del ART cayó en desgracia. Se marchitó el clavel del Charco.

Ya no se le vio aletear y pavonearse en fotos con diferentes grupos y corrientes políticas en el estado, como solía aparecer. Ninguneado y apedreado verbalmente por sus propias bases, con señalamientos de traidor, Arnulfo entró en una crisis emocional y psicológica, de la que ya no ha podido sentar cabeza.

Arnulfo y su pequeño grupo, han perdido credibilidad ante las bases magisteriales. Lo más grave es que, el gran ejército de trabajadores de la educación que llegó a tener en sus manos, hoy ve en Arnulfo y en el círculo de grillos que lo rodea, solamente a un puñado de gente ambiciosa que buscó utilizar al magisterio, para sus fines personales.

Algo bueno ha quedado de todo esto: hoy la relación entre los miles de maestras y maestros tamaulipecos, con el gobernador Américo Villarreal Anaya, se ha fortalecido mucho más que antes de la huelga marca patito, organizada por ART y sus secuaces.

Esta coyuntura, fue perfectamente capitalizada por un gobernador que, no solo dio la cara, sino que extendió su mano de amigo y aliado hacia las y los trabajadores del magisterio tamaulipeco.

Los resultados de esta magnífica relación están a la vista. AVA les ha cumplido las peticiones más urgentes y estratégicas. Su principal discurso ha sido el de los hechos, contribuyendo a mejorar el nivel de vida de las mentoras y mentores, en los 43 municipios de nuestro estado.

Becas escolares, bonos, pagos que estaban pendientes en el gobierno azul de Cabeza de Vaca, el gobierno de la 4T, se ha echado a la bolsa al movimiento magisterial tamaulipeco.

Hoy para nadie es un secreto que el voto de las profesoras y profesores van con MORENA en este 2024.

De manera que, la reciente foto donde Arnulfo aparece acompañando a Américo y a Cepeda Salas, se le percibe como a un General totalmente despojado de sus medallas, vencido.

Degradado.

Se dejó manipular por un pequeño grupo de gente ambiciosa. Y hoy está pagando cara su derrota.

Su presencia en la próxima guerra electoral de la 4T, será meramente testimonial.

Como una especie de florero.

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