Por Oscar Díaz Salazar
Son muchos los aspectos negativos que ha tenido el proceso de instalar en la rectoría de la Universidad Autónoma de Tamaulipas al Médico Veterinario, Dámaso Anaya Alvarado.
De entrada, recordemos que su nombramiento, en calidad de rector interino, es producto de una imposición, de un quiebre a la legalidad, pues fue truncada la gestión del rector que legalmente estaba en funciones y que aún tenía tres años al frente de la UAT.
La figura que describe la situación de Dámaso Anaya en cuanto a su llegada al cargo más importante de la máxima casa de estudios, es la de nepotismo, pues su chamba se la debe a su primo hermano, el gobernador.
En el análisis de los conocedores de la vida interna de la UAT, el «primo de oro» estaba inhabilitado para ser rector, porque era funcionario público al momento de ser ungido como la máxima autoridad del alma mater de los tamaulipecos.
Aunque no está reglamentado debidamente el tema de los relevos a destiempo, los interinatos y los procesos eleccionarios extraordinarios de rector, se tiene como ejemplo y modelo los procesos eleccionarios extraordinarios de las autoridades civiles que ejercen funciones ejecutivas (gobernador, presidente, presidente municipal), en los que el interino no puede aspirar al cargo que ejerce, en el periodo inmediato.
Todo esto que les platico, es un recuento de lo que ya hizo Dámaso Anaya para acceder a la rectoría, para legitimar lo que ya está haciendo, para intentar hacer «de jure», lo que ya hace «de facto».
Hasta aquí los temas ya fueron comentados por los periodistas interesados en lo que ocurre en la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Lo que me parece más grave, y de lo que no he leído o escuchado comentario alguno, fue el modo como convencieron al anterior rector para abandonar la plaza, una «plaza» que era defendida por el mero mero General de la Cuatro T.
Según mis indagatorias sobre los argumentos o tácticas para derrotar al General y su protegido, quien ganó esta batalla fue un personaje de la frontera que tiene un rango de Comandante, aunque no en el Glorioso Ejército Nacional…
Las fuerzas audomaristas entregaron la plaza sin disparar un solo tiro
Mal empieza el rector espurio su gestión. Difícilmente podrá legitimarse en el ejercicio, si llega al cargo de la mano de lo peor que hay en la Autónoma de Tamaulipas, y vaya que hay entes y prácticas nocivas en el UAT.