Por Juan Carlos Rodríguez Terrazas/EL SINODAL DE TAMAULIPAS
Reynosa, Tam.- “No lo conocía, no sabía de su existencia hasta el día 10 de mayo de este año; estaba en mi humilde hogar en la colonia Lucio Blanco cuando llegó una de mis vecinas, me dijo el diputado Alberto Lara, está realizando un programa para las madrecitas y por lo de la pandemia, está recibiendo peticiones por internet, ándele anímese pídale lo que más necesite…”
Quien así habla es la octogenaria, señora Crescencia Ortega Vázquez, que motivada por su amiguita que le filmó un pequeño y modesto video, pidió que el diputado “me ayudara con unas tablitas, un par de láminas y una parrillita” para solventar algunas de mis más urgentes necesidades que se han acentuado a raíz del fallecimiento de mi esposo Roberto Eleazar López Sánchez, hace seis meses”, quien al fallecer la dejó sin su pequeña pensión, incluso ya no le llegó el apoyo que por unos meses le estuvo enviando López Obrador.
REGALOS IMPRESIONANTES
El rostro de la señora Ortega Vázquez, de 83 años se ilumina y esboza una hermosa sonrisa cuando recuerda que al regresar ese 10 de mayo a su hogar, en calle Juan De la Barrera de la colonia Lucio Blanco, después de haber asistido a comer con su misma vecina, allí estaba personalmente el diputado Lara, quien le llevó a obsequiar una gran estufa y un enorme refrigerador nuevo.
“Me quise desmayar de la alegría, pensé que habría sido una equivocación, pero que va la grandeza del corazón de esta persona a quien repito, no tenía el honor de conocer, me dio otra sorpresa más al constatar la humildad de mi casita y ver las condiciones tan desgastadas en que se encuentra en esta pequeña área inundable, cuando me dijo que también arreglaría mi casa.”
ARMAN VIVIENDA
Este viernes 12 de junio después de varias visitas de colaboradores del comité de gestión del legislador panista y de la asociación civil “Prohibido Rendirse”, llegaron al humilde domicilio el maestro albañil Félix Escobedo “El Capi”, y varios entusiastas jóvenes que momentos después guiaron hacia su terrenito adjunto, una casa prefabricada, nueva, “de paquete” que rápidamente empezó a ser armada.
Para ir en sincronía también derribaron el viejo retrete de madera y cavaron otro en un lugar cercano donde instalaron el provisional baño, ya que allí aun no llega el drenaje sanitario, siendo de las pocas calles no pavimentadas de esa colonia.
DESVANECEN TEMORES
La casita podrá ser habitada en el trascurso de dos o tres días en que le instalen los servicios como agua y luz con los que sí cuenta en su actual ubicación y como quedó en un lugar con una altura de casi 60 centímetros del suelo ya no correré riesgos de próxima inundación.
La señora “Chenchita” como le llaman sus vecinos, convivió ayer brevemente con los ayudantes de su benefactor el diputado Alberto Lara y los carpinteros que envió la Maderera Río Bravo; les preparó un arrocito, salsa casera y frijolitos que ellos pudieron combinar con pollo, salchichas asadas y queso fresco, ella dice, esperara ver de nuevo al diputado Alberto Lara, quien es también secretario general del Sindicato Industrial Autónomo de Maquiladoras de Reynosa, para agradecer su desinteresado gesto de amor hacia sus semejantes.
CUIDA SU TESORO
La encantadora viejecita tiene como única familia a cinco nietos que ya son mayores de edad, dos de los cuales radican en Xicoténcatl y otro en Río Bravo. En Reynosa solo viven dos que son modestos obreros quienes le llevan sus alimentos que ella preparaba en un pequeño e improvisado asador; en breve ya podrá conectar su estufa y su refrigerador nuevos que hoy tiene encima de una mesita pues indica que recibió un inesperado pronóstico de lluvias y más vale estar preparada, añade.
Puntualiza doña Crescencia Ortega, que hace años con su esposo enfermo y muy escasos recursos para sobrevivir, había pensado que en breve podría morir y le aterraba dejar solo a su esposo que sufría lapsus de esquizofrenia y paranoia, además de estar imposibilitado para caminar; pero hoy después del más reciente “Día de Las Madres”, gracias a la acción de su vecinita y la tarea humanitaria del diputado Alberto Lara, su perspectiva de vida ha cambiado; “No cabe duda que Dios existe y tiene sus ángeles terrenales que con su misericordia realizan la obra”.
