Por Oscar Díaz Salazar
No es casualidad que dejaran pendiente la definición del candidato de morena – PT – PVEM en el distrito de Victoria (V), pues es en esa región en donde existen desacuerdos y muchas dudas sobre la conveniencia de permitirle al Lalillo Gattás, permanecer al frente del gobierno municipal.
La diputación federal puede ser el puente de plata para que el alcalde capitalino se retire (in) dignamente del Ayuntamiento de Victoria, sin correr el riesgo de perder una posición que morena y aliados tienen muchas condiciones para conservar, si y solo si, el candidato NO es Gattás, si es cualquiera de los que suenan, menos el pandillero, rijoso, traicionero, corriente y naco venido a más, que hoy despacha en la casona del 17 Hidalgo.
Al aplicarse los instrumentos estadísticos, matemáticos, focos group, prospectivos, de análisis, síntesis, etc., etc., resulta que al candidato de la alianza opositora, Oscar Almaraz, le pueden ganar, le llevan ventaja. Más si el candidato es el muy conocido, y muy famoso (mala fama) Lalillo Gattás, entonces el ganador sería el candidato del PRI y PAN.
Trasciende que ya se había tomado la decisión de no permitirle al Lalillo Gattás buscar la reelección, y que la salida decorosa que le estaban preparando era la candidatura a diputado federal, pero de último momento quien abogó por el edil victorense fue Doña Perla, la viuda de Carmona, quien pidió que lo dejaran mantenerse en el cargo a fin de que pudiera pagar la «carmoneta» y facilitar el retorno de las inversiones que aún no han sido saldadas.
A Gattás le pasó lo que a los empleados que ya no sirven, que no son útiles, que más bien son un estorbo, a los que se les permite conservar la chamba, porque tienen préstamos y deudas con la empresa.
En el caso de Gattás, los victorenses tendrán que seguir aguantando presidentes impuestos desde McAllen, alcaldes que obedecen fielmente las instrucciones que reciben desde teléfonos con numeración inicial de nueve cinco seis.
La candidatura a diputado federal por el distrito con cabecera en Victoria, aún puede ser la salida para Gattás. Aunque ya la Perla del Valle de Texas, definió el futuro político de la perla tamaulipeca.